Alarma sanitaria: niños de apenas 8 años ya consumen vapeadores

Las dimensiones que está tomando el fenómeno del vapeo entre adolescentes y niños han alcanzado niveles preocupantes. Los pediatras denuncian que algunos de estos dispositivos presentan formas de personajes conocidos de cómics, de dibujos animados e incluso de material escolar, como subrayadores y sacapuntas.

Estos vapeadores, según alertan los pediatras, están diseñado para atraer a menores desde edades tempranas, y con el fin de camuflarlos y que pasen desapercibidos para los educadores en las escuelas.

Charlas en colegios

Se están dando charlas de enfermería escolar y pediatría en colegios con niños a partir de los ocho y nueve años porque “se pueden encontrar vapeadores en las mochilas” desde estas edades, según cuenta la doctora Carmen Fidalgo, secretaria de la Junta Directiva de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

En el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se celebró el 31 de mayo, desde la AEPap han reclamado más control por parte de las autoridades sanitarias con el fin de evitar productos dirigidos especialmente a menores de edad.

Además, han realizado un llamamiento dirigido a aumentar la percepción de riesgo de esta forma de consumo de tabaco, tanto por parte de los niños como de sus familias.

Más de la mitad de los escolares reconocen haber vapeado

Según la Encuesta ESTUDES de 2023, elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y presentada hace unos meses, más de la mitad de los escolares de 14 a 18 años –el 54,6%– ha consumido alguna vez cigarrillos electrónicos.

La cifra se ha incrementado más de 10 puntos porcentuales desde 2021, y es la mayor registrada en la serie histórica.

Al mismo tiempo, la encuesta subraya que “el riesgo percibido” sobre el uso esporádico de cigarrillos electrónicos es el más bajo de todas las sustancias analizadas (alcohol, cannabis, cocaína, etc.), si bien un 38,8% de encuestados señalan que es peligroso.

Baja percepción de riesgo

Los pediatras de Atención Primaria confirman que el problema radica en esa baja percepción del riesgo. La doctora Fidalgo explica que, en las charlas en colegios, algunos alumnos manifiestan que “su padre, su madre o algún familiar se ha desenganchado del tabaco por el uso de vapeadores, y por eso piensan que son inocuos y no perjudiciales para la salud”.

Frente a esta percepción, los pediatras subrayan sus compuestos tóxicos y las afecciones con las que se puede relacionar, como cáncer, afecciones cardiovasculares, irritación de las vías respiratorias, junto con “una enfermedad que ya está descrita como la enfermedad del vapeo y se llama EVALI”, explica la doctora Fidalgo.

Enfermedad del vapeo

El EVALI es un proceso que cursa con fatiga y con una disminución de la capacidad respiratoria, que puede provocar fiebre y pérdida de oxígeno en sangre.

Se detectó en 2019, en Estados Unidos, cuando se observó un elevado número de ingresos de jóvenes con lesiones pulmonares asociadas a casos de vapeo (2.807 personas ingresadas, con 68 fallecimientos).

La causa, según concluyeron los investigadores, fue uno de los componentes que se utilizaba para la elaboración de productos de vapeo ilegales: el acetato de vitamina E (producto químico de textura pegajosa y aceitosa que, al ser inhalado, se adhiere al tejido pulmonar). 

Además de las enfermedades mencionadas, los pediatras alertan de que el vapeo puede provocar adicción a la nicotina, efectos en el desarrollo de los circuitos cerebrales que controlan la atención y el aprendizaje en la adolescencia, y también riesgos secundarios por exposición pasiva, entre otros.

Venta incontrolada

A pesar de la evidencia científica sobre las consecuencias dañinas para la salud, los pediatras, enfermeros, educadores y familias topan con obstáculos, como la venta incontrolada. “No solo en grandes superficies o perfumerías, sino a través de Internet”, señala la doctora Fidalgo. Preocupa especialmente el hecho de que haya influencers que recomiendan en redes sociales este tipo de dispositivos.

La secretaria de la AEPap se refiere al vapeo como una puerta de entrada para la población que quizá no se había planteado fumar y ve esto como una especie de juego: “Como lo hace mucha gente a su alrededor, e incluso lo publicita algún influencer, no perciben el riesgo”.  

“Esto se une a que el tabaco puede dejar un sabor desagradable en la boca, pero vapear puede dejar un sabor a menta o a frambuesa”, añade.

Impacto en el medio ambiente

Para hacer frente a la generalización de este hábito, los profesionales sanitarios que informan sobre sus riesgos en las escuelas proponen hacer hincapié, no sólo en los perjuicios para la salud, sino en sus efectos en el medio ambiente.

“Hay una parte de nuestra sociedad, sobre todo los jóvenes, que están muy preocupados por el medio ambiente. Quizá no les preocupa tanto su propia salud, pero sí la sostenibilidad ambiental, y esa es una manera de llegar a ellos”, indica la doctora Fidalgo.

En ese sentido, destaca que estos dispositivos generan residuos de alto impacto ecológico, como el plástico y las baterías.