Emoción y fervor en la presentación de los niños ante la Virgen del Rocío

Una jornada emotiva en la que se viven largas colas que llegan desde la puerta del Santuario hasta el conocido Barrio de Las Gallinas

Por todos es sabido que el relevo generacional en El Rocío está más que garantizado. Una fe que ha traspasado fronteras y que ha inundado el corazón de miles de familias durante décadas, un número que crece exponencialmente año tras año convirtiendo a la Virgen del Rocío en una de las devociones más grandes de este país y del mundo. Un tesoro que tenemos en Huelva y que protege el pueblo de Almonte, que durante la jornada de hoy ha recibido la entrañable visita de miles de pequeños rocieros.

Una cantera formada por niños de todas las edades pero que protagonizaban bebés de menos de un año, recién nacidos que han conocido hoy por primera vez a su segunda madre para pasar bajo su manto a modo de bendición para las familias. Una fecha señalada en rojo en los calendarios de los devotos, que llegan a la aldea este fin de semana de diversos puntos de Andalucía y de España, en el que Almonte celebra junto a su patrona la Fiesta de la Luz o más conocida como Candelaria.

Han sido miles de personas los que este domingo han acudido a El Rocío. Los alrededores de la ermita se encontraban llenos de familias y a las 11:00 de la mañana ha comenzado una misa en la que padres y madres han alzado a sus pequeños para presentárselos a la Virgen del Rocío. Un comienzo de la jornada muy emotivo en el que las lágrimas se podían ver en los rostros de muchos rocieros que traían por primera vez a sus pequeños a las arenas.

Una fe que se inculca y no ha importado el tiempo de espera para pasar a los de bebés bajo el manto de la Blanca Paloma. Un gran multitud ha formado una cola desde la puerta del Santuario que se alargaba hasta la carretera que conecta con el conocido Barrio de Las Gallinas. Las arenas se encontraban inundadas de cientos y cientos de carritos de pequeños para los que ha merecido la pena la espera junto a sus familias.

El momento culmen se ha vivido con el corazón en la mano, eran muchos los que iban acompañados con sus abuelos, que también han aprovechado el momento para bendecir estampas y joyas en el manto de la Virgen del Rocío. Un ambiente familiar y entrañable, de una jornada que ha quedado grabada en la mente de todos los que han podido disfrutar de ella.

El domingo ha culminado por todo lo alto un fin de semana en el que la aldea se ha llenado para celebrar esta esperada cita. Desde el sábado los alrededores de la ermita se encontraban llenos de rocieros, durante el mediodía se celebró una convivencia en El Pastorcito y al caer la tarde fue el rezo de rosario. Dos días intensos que han finalizado con la mirada de la Blanca Paloma puesta en los futuros rocieros de cuna.

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