La ‘Carta de Zaragoza’ propone un sistema de salud con mayor equidad entre hombres y mujeres
Las mujeres participan menos en ensayos clínicos, peor diagnóstico del infarto y otras desigualdades
La Jornada ‘Salud Pública y Mujer, un camino hacia la equidad’, se celebró el pasado jueves 27 de junio, en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli de Zaragoza
‘Carta de Zaragoza’
Esta Jornada ha impulsado la ‘Carta de Zaragoza’, que fija como objetivo para la próxima década, de 2024 a 2034, contar con un sistema de salud que garantice la equidad e incorpore los determinantes sociales de la salud y los ejes de desigualdad, específicamente, entre hombres y mujeres.
Ésta es la principal conclusión de una actividad que se ha celebrado en el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, organizada por la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Sanidad del Ejecutivo autonómico, el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y la compañía farmacéutica Organon, dedicada a la salud integral de la mujer. En ella, han participado más de 270 personas.
Origen de las desigualdades
Esta Jornada ha puesto de manifiesto que las desigualdades en salud que se producen entre mujeres y hombres tienen su origen principal en los determinantes sociales, además de los factores biológicos y sanitarios, que tienen un impacto directo en la salud de las personas, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud.
El diagnóstico de una enfermedad, sus síntomas, la forma de expresarla o su recuperación varía en función de si se trata de una mujer o un hombre. Por tanto, es necesario avanzar en políticas de salud pública y asistenciales que contemplen este eje de desigualdad conjuntamente con otros, como el nivel socioeconómico, la edad, el territorio o la etnia.
Ministra de Sanidad
La Jornada ha sido inaugurada por la ministra de Sanidad, Mónica García, y el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero Flores. Entre los ponentes, también han intervenido el director general de Organon, Juan Vera, y la escritora Espido Freire.
Además, han participado la directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán, la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, María Antoñanzas, así como profesionales especialistas del ámbito de la salud, de la investigación y la universidad.
Prioridad
El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero Flores, remarcó que reducir las desigualdades en salud entre hombres y mujeres es una “prioridad” para su Departamento. “Los avances en pro de las mujeres en las últimas décadas han sido importantes”, pero las desigualdades en el ámbito de la salud “han permanecido menos visibles y siguen siendo poco conocidas por la sociedad”, señaló.
Según expuso, en el ámbito del diagnóstico de las enfermedades, la profesión médica ha utilizado históricamente los signos y síntomas masculinos, teniendo muy poco en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres. Así, el infarto agudo de miocardio se diagnostica peor en la mujer, al igual que diferentes trastornos de todo tipo, como los del espectro autista.
En el ámbito de la investigación, los datos muestran que las mujeres están poco representadas en los ensayos clínicos. Así, en la fase inicial el porcentaje de mujeres que participan es tan sólo entre un 21% y un 32%, y debería aproximarse al 50%. Por otro lado, sólo un 1% de la investigación en el ámbito de la salud se destina a las patologías específicas de la mujer.
“Quizás la mayor desigualdad está en el riesgo de enfermar y la evolución de la enfermedad, que son desiguales en el hombre y en la mujer, debido principalmente a los determinantes sociales de la salud. Un ejemplo evidente son las mujeres mayores que viven en soledad y con menores ingresos”, dijo el consejero de Sanidad.
Nueva gobernanza
Bajo la denominación ‘Carta de Zaragoza, una nueva gobernanza para avanzar en salud y equidad’, en la Jornada se acordaron cinco ejes y 10 propuestas de actuación para una nueva gobernanza en Salud Pública y en el sistema de salud de Aragón.
La salud debe estar en todas las políticas, no solo en la sanitaria, y para ello es imprescindible el papel de las instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación, los centros educativos y sociales o el tercer sector, entre otros, se afirmó.
