Cómo defiende el PSOE atacar a Bildu y pactar con él: “En Madrid apoyan medidas sociales”
Ferraz defiende contar con la izquierda abertzale para subir el salario mínimo o las pensiones y mantendrá los acuerdos en el Congreso a pesar de las críticas de Eneko Andueza
- Seguir pactando con los abertzales en cada votación
- Camino por recorrer en Euskadi
- Bildu, fundamental para la legislatura
El Partido Socialista no da ni un paso atrás respecto a su postura con EH Bildu en el Congreso de los Diputados. Tanto el Gobierno como Ferraz defienden mantener a la izquierda abertzale como socio parlamentario en la Cámara Baja, a pesar de los duros ataques vertidos por el candidato socialista, Eneko Andueza, durante la campaña electoral en el País Vasco.
El líder del PSE, este lunes, incluso negó que la formación dirigida por Arnaldo Otegi fuera progresista y calificó de “cobarde” y “bajeza moral” las declaraciones de Pello Otxandiano, cabeza de lista de los independentistas, en las que se negó a llamar banda terrorista a ETA. El tono de la campaña fue muy duro contra la formación separatista, pero en Ferraz marcan una clara diferencia: “No es lo mismo pactar políticas progresistas en el Congreso, como la subida de las pensiones o del salario mínimo, que cogobernar Euskadi”, aseveran desde la dirección socialista.
Seguir pactando con los abertzales en cada votación
Ni las declaraciones de Otxandiano ni la dureza de Andueza mueve un ápice la política nacional. El PSOE considera a Bildu una fuerza más de todas las que conforman el núcleo de la investidura y la legislatura para sacar adelante las medidas sociales que impulse el Ejecutivo. “Cómo no contar con ellos para políticas concretas”, afirman en la cúpula socialista. Los socialistas incluso le dejaron el protagonismo de presentar el acuerdo sobre la ley de vivienda.
La dureza de Andueza y el PSE solo se circunscribe a Euskadi, donde pelea con los abertzales por liderar la izquierda y hacer frente a las opciones nacionalistas y soberanistas. Además, el auge de Bildu, que ha aumentado en siete escaños el resultado de 2020, mientras los socialistas han subido dos. El partido independentista igualó en escaños al PNV y estuvo cerca de ganar las elecciones vascas por primera vez en democracia.
Camino por recorrer en Euskadi
Los socialistas consideran que Bildu tiene aún un camino por recorrer en el País Vasco y es ahí donde trazan la línea roja. Ferraz asegura que empujará a los abertzales a trazar ese recorrido: reconociendo que ETA fue una banda terrorista, condenando el casi millar de asesinatos perpetrados y ayudando a resolver los crímenes que falten por aclarar.
Los primeros acuerdos entre el PSOE y Bildu a nivel nacional se produjeron en 2020, durante la negociación de los presupuestos generales del Estado para 2021 y pocos meses después, el 18 de octubre de 2021, la izquierda abertzale trató de avanzar en este sentido, o así lo consideran en el seno socialista. “Sentimos enormemente su sufrimiento. Eso nunca debió ocurrir” afirmó Otegi, refiriéndose a todas las víctimas que dejó la banda terrorista, en el décimo aniversario del fin de ETA. En las filas del PSOE consideran que este fue un ejemplo de cómo introducir a Bildu y a la izquierda independentista en la dinámica democrática permite avanzar para dejar atrás el horror de ETA.
Bildu, fundamental para la legislatura
Desde aquella negociación de las cuentas del Estado, Bildu ha resultado esencial para cada votación. La pasada legislatura, solo con la suma de todos los partidos regionalistas, el Gobierno pudo aprobar más medidas que cualquier Ejecutivo anterior. La formación abertzale ha dado su voto para sacar adelante las medidas más progresistas del Gobierno presidido por Pedro Sánchez y esta legislatura no está siendo distinta.
Fue la única fuerza que en la misma noche de las elecciones generales, el pasado 23 de julio, aseguró que daría el “sí” al candidato socialista “sin condiciones”; aunque meses después, se gestó una moción de censura desde el PSOE Navarro que dio la alcaldía de Pamplona a EH Bildu. En esta legislatura, ha apoyado los tres macrodecretos ley que impulsó el Ejecutivo en enero, casi las únicas iniciativas parlamentarias que ha podido aprobar el casi medio año de Gobierno.
