El ayuntamiento de Bilbao y la consejería de Interior crean un dispositivo especial para proteger a los hosteleros de las presiones del mundo etarra para boicotear la Semana Grande
En 2009, el ayuntamiento de Bilbao decidió sancionar a dos comparsas participantes en la Semana Grande de la ciudad por mostrar carteles a favor de presos de ETA. Un año después, grupos favorables a la banda terrorista han emprendido una campaña contra las fiestas presionando a hosteleros y comerciantes para que no abran sus negocios durante las celebraciones. Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, los pro etarras han visitado establecimientos para llamar a sus dueños a la rebelión contra el consistorio por imponer una sanción que, consideran, es injusta. "Han ido comercio a comercio pidiendo que apoyen sus reivindicaciones, sin hacer ningún tipo de llamada oficial a los organismos que representan al sector", explica una voz autorizada de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Vizcaya. La misma fuente, consultada por este diario, afirma: "Las comparsas favorables a ETA han tomado esta estrategia porque saben que, si nos llaman a nosotros, van a recibir un no por respuesta. Quieren que se hable de sus iniciativas y no de las fiestas, lo que puede perjudicar gravemente a los que nos dedicamos a esto". En los últimos días, la presión a particulares se ha incrementado de tal forma que la Asociación de Empresarios se vio obligada a pedir ayuda al ayuntamiento de Bilbao. La respuesta no se ha hecho esperar: el consistorio, junto con la consejería de Interior del Gobierno Vasco, han creado un dispositivo especial para atender a los comerciantes presionados por el entorno de ETA. "Cualquier hostelero que tenga una visita de esta gente, puede ponerse en contacto con nosotros para explicarnos qué pasó en ese encuentro, qué presiones recibió, y a qué comparsa pertenecía la persona que entró en su establecimiento", informa a este confidencial una persona con un puesto de relevancia en el Ejecutivo autonómico. Aún queda un mes para el inicio de la Semana Grande, pero desde la Administración autonómica se trabaja desde hace semanas para evitar actos de apoyo a etarras como los del año pasado. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se mostró contundente hace unos días al hablar del asunto: "No toleraremos que las fiestas se utilicen para hacer apología del terrorismo".
