Se le abrió expediente disciplinario

Siete días de suspensión de empleo y sueldo al guardia civil que tenía ‘pirateado’ el gas de su casa de Estella

La investigación contra el agente considera estos hechos como “conductas gravemente contrarias” a la dignidad de la Benemérita

La empresa de fontanería Cubillas denunció el caso a la Guardia Civil: varias viviendas dependientes del cuerpo en la localidad navarra de Estella habían hecho un “puente” para recibir suministro de gas sin pagar. El caso ya ha tenido consecuencias disciplinarias para uno de los agentes implicados.

Los hechos ocurrieron en tres viviendas de la Guardia Civil situadas en una céntrica calle de la localidad navarra. Un denunciante anónimo notificó a Fontanería Cubillas la posible existencia de irregularidades en el suministro de gas a estos domicilios.

Tal y como contó El Confidencial Digital hace una semana, la compañía instaladora envió a principios del año pasado unos técnicos al edificio y, efectivamente, comprobaron desde el exterior de una vivienda, donde vivía un agente, que “se había instalado un puente en la conducción del gas y carecía del correspondiente contador”.

Los técnicos inspeccionaron las viviendas y comprobaron que la instalación se encontraba pirateada y sin el correspondiente contador de gas. De esta forma, los inquilinos no estaban pagando ningún recibo de consumo, sino que se estaban aprovechando del gas de la vivienda vecina.

Suministro fraudulento de gas

El Confidencial Autonómico ha podido saber que tras tener constancia de estos hechos se abrió expediente al menos a uno de los guardias civiles que habían ‘pirateado’ el gas de su casa de Estella.

En el pliego de cargos elaborado por el instructor de este expediente abierto se explica que tras recibir la denuncia de la empresa Fontanería Cubillas, la Guardia Civil comprobó que en una de las viviendas del acuartelamiento en este municipio “se había instalado un puente en la conducción de gas careciendo del correspondiente contador”.

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El guardia civil que ocupaba esta vivienda regularizó la situación del suministro de gas, pero al mismo tiempo se detectó que lo mismo ocurría en otras dos casas también ocupadas por agentes del Instituto Armado. En el caso concreto del agente al que se refiere el expediente consultado por ECA, se realizaron unas obras de acondicionamiento en los pabellones o viviendas en las que residen los guardias civiles.

Sin embargo, después se comprobó que habían desaparecido los precintos y cierres herméticos instalados en el circuito de gas. Además, el expediente considera que el agente implicado no solicitó el suministro regular de gas, y sin embargo “se había realizado la manipulación certificada, lo cual permitía el suministro en dicha vivienda de manera fraudulenta” y vulnerando las normas de seguridad de la instalación de gas.

Contra la disciplina y la imagen de la Guardia Civil

Como consecuencia, el comandante instructor de este expediente sobre los hechos ocurridos en el acuartelamiento de Estella considera que el agente había cometido una falta grave, tipificada por ley como “observancia de conductas gravemente contrarias a la dignidad de la Guardia Civil”.

El instructor entiende que hubo intencionalidad en la falta, ya que el agente “fue plenamente consciente de los actos que llevó a cabo”; que el expedientado no es reincidente; pero que se vio afectada la disciplina y la imagen de la Guardia Civil por haber mantenido una “conducta impropia” que ha sido pública y notoria.

Como consecuencia, apuesta por imponer a este agente de Estella que tenía ‘pirateado’ el gas en su casa del acuartelamiento local una sanción de “pérdida de siete días de haberes con suspensión de funciones”: es decir, siete días de suspensión de empleo y sueldo.