La 'sorprendente' permisividad de la policía con el presidente del Sporting

Una rotonda de Gijón, con gran tránsito de coches, fue elegida por el presidente del Sporting, Manuel Vega-Arango, para dejar aparcado su vehículo de alta gama. La policía, al llegar al lugar, no intervino, y tan sólo esperó la vuelta del dueño del vehículo. Después de bastantes minutos, apareció el máximo mandatario sportingista, haciendo un gesto a la policía, pidiendo perdón, y montándose en el coche sin ser sancionado. Otros conductores, que vieron lo sucedido, recriminaron a los agentes su permisividad: "A mucha gente le ha llevado el coche la grúa por dejarlo aquí...pero si eres presidente del equipo de la ciudad todo cambia", se quejaron.

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