García-Page se queda solo: el PSOE cierra filas en torno a Sánchez

El batacazo electoral del Partido Socialista en Galicia está pasando factura a nivel interno. Aunque la dirección del partido trata de circunscribirlo a las circunstancias específicas de la autonomía, donde el Partido Popular ha conseguido su quinta mayoría absoluta consecutiva, ya han surgido críticas internas que apuntan al carácter nacional que Ferraz le ha querido dar a estos comicios. El más destacado, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha. Una de las figuras del socialismo más recurrentes en su crítica al secretario general y líder del Gobierno, Pedro Sánchez.

El barón socialista pidió una “reflexión profunda” en el partido después de que el PSdG obtuviera nueve escaños, el peor resultado electoral de su historia en Galicia. “Si el PP hubiera perdido la mayoría en Galicia, el ganador sería Puigdemont”, llegó a afirmar Page, que también alertó de que se estaba gestando un ciclo “muy hostil” contra el PSOE que podría convertirse “en ciclón” si no hay autocrítica en la formación.

Una reacción que ha enfadado a la dirección socialista y ha tenido respuesta. Tanto públicamente como de forma privada. La número dos del PSOE, María Jesús Montero, le advirtió: “Uno debe saber, cuando juega su equipo, qué camiseta lleva”. A lo que Page contestó: “No es una camisa de fuerza”. Desavenencias en directo que también se producen entre bambalinas. Según ha podido escuchar El Chivato, distintos ministros socialistas han arremetido contra Page en corrillos.

Primero, negando que su posición responda a marcar perfil propio: “No se trata de eso, sino de estar permanentemente en contra de tu partido”, aseveran desde el Ejecutivo. Y deslizan, entre bromas y veras, el agravio comparativo que supone contraponer las palabras de Page a la actitud de los barones territoriales del Partido Popular: “¿Tú ves a algún barón el PP atacando a Feijóo constantemente? Pues esa es la diferencia entre tener perfil propio y esto”, critican con contundencia los titulares socialistas, dejando entre ver que preferirían la disciplina y el comportamiento público de los barones populares en vez de las críticas continuas y públicas del presidente castellano-manchego.

Unos ataques privados que cada vez presentan mayor contundencia. Ante la última crítica de Page a la dirección del PSOE poco antes del 23-J, los ministros socialistas quisieron mantenerse más al margen. De nuevo, fuera de cámaras, se limitaron a contestar: “De quien vienen estas palabras, no nos sorprende. No es la primera ni será la última”. Pero ahora las contestaciones cogen cada vez más fuerza y tras los comicios generales, Ferraz comenzó a responder públicamente a Page en vez de hacerlo en privado.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, fue el primer miembro del Ejecutivo en cortarle el paso después de que Page asegura de que el PSOE se situaba en el “extrarradio” de la Constitución, a lo que el exalcalde de Valladolid contestó: “Quien está en el extrarradio del PSOE es el señor Page, desde hace mucho tiempo”.