Quien gana en Andalucía es presidente del Gobierno
Las elecciones generales de finales de 2023 se van a decidir, en gran medida, en Andalucía. Y así lo reconocen las dos principales fuerzas del país, que están ya aprovechando la campaña de las municipales de mayo para empezar a dar la batalla.
La intensa polémica sobre el futuro de Doñana es sólo un reflejo.
En las últimas elecciones generales, del 10 de noviembre de 2019, Andalucía eligió 61 diputados, y el reparto de puestos fue el siguiente: PSOE 25 escaños (33,3%), PP 15 (20,5), Vox 12 (20,3), UP 6 (13%).
Las autonómicas andaluzas, el 19 de junio de 2022, fueron escenario de un auténtico vuelco electoral, de una inesperada mayoría absoluta del Partido Popular y de una dura derrota del PSOE en su feudo histórico, con estos resultados: PP 58 escaños (43,13%), PSOE 30(24,09), Vox 14 (13,46).
Y ocurre que el ‘efecto Juan Manuel Moreno’, sigue intacto. Según el ‘CIS andaluz’, el Centro de Estudios Andaluces (Centra), en las municipales de mayo el PP sería la fuerza más votada en las ocho capitales de la comunidad, rozando o llegando a la mayoría absoluta en todas ellas, salvo en Sevilla, donde la correlación de fuerzas con el PSOE, segundo en intención de voto, es muy similar.
Eso explica que desde el PSOE se hayan extremado los ataques a la persona de Juan Manuel Moreno, llamándole “señorito andaluz” y acusándole de haber convertido la comunidad en su “cortijo”.
Feijóo ha trasladado al líder andaluz que el PP ‘necesita’ ganar al PSOE en Andalucía ahora, en las municipales, pero sobre todo en las generales, como única vía para echar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Le ha recordado que, históricamente, quien vence en esta comunidad autónoma se convierte en presidente del Gobierno.
Además del efecto de su talante personal, Juan Manuel Moreno derrotó al PSOE en terreno propio porque la Andalucía de antes, la que siempre votaba a la izquierda, la de mayoría socialista,posiblemente ha desaparecido. Pero también porque se ha hecho con lo que podíamos llamar el ‘andalucismo’. Es él sobre todo quien está encarnando el sentimiento de orgullo y reivindicación regional.
Por eso, Núñez Feijoo y Juanma Moreno han pactado que la exaltación del ‘sentimiento andaluz’ se convierta en la gran baza del PP para ganar las generales y llegar a La Moncloa. Según sus cálculos, mantener la tensión en las municipales, no perder el empuje de las autonómicas, les puede permitir subir entre cuatro y seis diputados andaluces, arrebatándoselos al PSOE. O sea, un balance de diez o doce escaños.
En esa línea, la noticia desvelada por ECD de que el Gobierno estaba considerando la opción de un “155 ecológico” en Andalucía, es decir, arrebatar a la Junta la competencia sobre Doñana, se convirtió en un terremoto, bien aprovechado desde las filas populares.
El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, declaró: “El Gobierno de España no tiene límites en su afán por atropellar a Andalucía. El mismo día que Sánchez pacta leyes con ERC y Bildu, prepara una ofensiva contra los andaluces por ejercer nuestro autogobierno”. En el pleno del Parlamento regional, Moreno Bonilla defendió la “autonomía y dignidad de Andalucía para tomar sus propias decisiones”.
Plantear la cuestión Doñana en términos de defensa de la autonomía política de Andalucía perjudicaba gravemente la imagen del Gobierno y del PSOE, según admitían dirigentes socialistas andaluces, y Moncloa dio orden de rebajar el tono, para evitar que el PP andaluz lo convirtiera en un “conflicto de competencias”.
En esa línea de apuntarse al ‘andalucismo’ Moreno Bonilla ha explotado a su favor la parodia sobre el acento andaluz y la Virgen del Rocío que ofreció la televisión catalana TV3, y el caso de la enfermera andaluza perseguida por la Generalitat por criticar la exigencia de acreditar el nivel C1 de catalán para opositar. Pidió al Gobierno “liderazgo” nacional en la defensa de los territorios, tras las muestras de “intolerancia y hostilidad” hacia Andalucía.
Desde la Junta se quejaron de que el Ejecutivo central “no ha dicho nada”, lo que calificaron de “otra muestra del desprecio de Sánchez a Andalucía”. Concluían que los socialistas buscan ‘mimar’ a Cataluña porque consideran que es la comunidad donde pueden remontar más votos en las generales.
Así que Juanma Moreno se ha propuesto reproducir en Andalucía la táctica victimista de Isabel Díaz Ayuso, que tan buen resultado le ha dado en Madrid. Es decir, repetir que el Gobierno ‘ningunea’ a Andalucía, y tratar de demostrarlo con hechos.
Se cuenta que el propio Pedro Sánchez ha trasladado a la dirección de su partido que se juegan el Gobierno, si no contienen la debacle andaluza iniciada tras la mayoría del PP en las autonómicas. Considera que, si no, tratándose de la comunidad más poblada de España, y en la que fue durante años su principal granero, ganar las elecciones generales será casi una misión imposible.
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