¡Pamplonesas! ¡Pamploneses!

Casa Consistorial de Pamplona
Casa Consistorial de Pamplona

Cada 6 de julio, desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, el personaje elegido para lanzar el Chupinazo de inicio de la fiestas de San Fermín proclama: “¡Pamplonesas! ¡Pamploneses! ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!”. Una escena que se retransmite en directo al mundo entero.

Hoy me atrevo a apropiarme de ese grito para dirigirme a todos mis paisanos, puesto que yo, no solamente ha nacido en Pamplona, en la calle Jarauta por más señas, y he estudiado en el Ximénez de Rada, sino que sigo manteniendo allí mi padrón, y por tanto mi voto, en ocasiones presencial, las más de las veces por correo.

Quiero dirigirme al conjunto de pamplonesas y pamploneses para preguntarles: ¿De verdad la muy noble, muy leal y muy heroica ciudad de Pamplona puede estar encabezada, dirigida, representada, por un alcalde como el que, si Dios no lo remedia, lo hará a partir del 28 de diciembre? Alguien, además, que ya lo fue en los últimos cuatro años.

¿De verdad encarnan y representan los intereses y el latido profundo de la ciudad quienes, como han demostrado repetidamente, son enemigos del progreso y el avance, contrarios, por ejemplo, al tren de alta velocidad, enemigos del embalse de Itoiz, que últimamente nos ha salvado de cualquier riesgo de restricción en el suministro de agua?

¿Son dignos de regir Pamplona quienes ignoran la historia y esencia de la ciudad, y la de Navarra, y se proponen integrarnos en entes territoriales ajenos y artificiales, que desdibujarán y taparán la navarridad que siempre nos ha caracterizado?

Aquí no olvidamos cómo el Señorío de Vizcaya decidió integrarse en la Corona de Castilla, en lugar de la de Navarra, un recorrido que después siguieron Guipúzcoa y ÁlavaPrefirieron ser castellanos antes que navarros, ¿y ahora, pasados los siglos, nos cortejan?

La Pompeyopolis de fundación romanacabeza del medieval Reino de Pamplona y después Reino de Navarra, y corte de Sancho III el Mayor, paso obligado del Camino de Santiago; la del Privilegio de la Unión; la que resistió a los Reyes Católicos y rindió el duque de Alba y con ello entró a formar parte de la monarquía hispánica; la plaza fuerte que se alineó con los liberales frente a los carlistas... ¿puede ser gobernada por EH Bildu?

La ciudad que conoció los éxitos mundiales del violinista Pablo Sarasate y del tenor roncalés Julián Gayarre, donde nacieron instituciones musicales como el Orfeón Pamplonés, La Pamplonesa y la Orquesta Santa Cecilia, la más antigua del Estado, ¿se merece un alcalde así?

La Pamplona donde fueron asesinados por ETA Vicente Luis Garcera, José Manuel Baena, Jesús Vidaurre, José Oyaga, Alberto Toca, Diego Torrente y, finalmente, el concejal de su ayuntamiento Tomás Caballero, ¿puede ser gobernada por EH Bildu?

 

La pregunta la dirijo especialmente a los votantes socialistas, al PSN, que con sus cinco concejales tenía y tiene la llave de la mayoría. La dio a EH Bildu en la pasada legislatura y lo va a hacer también en esta. Les pregunto: ¿de verdad Pamplona puede ser gobernada por esa formación tan ajena a lo que en realidad hemos sido y somos?

Porque, ¿qué es EH Bildu, y por tanto el futuro alcalde? Es un partido que se propone acabar con la navarridad de Pamplona, y del resto del Viejo Reino, para integrarlo en una entidad autonómica reciente y artificial. Más aún, son los herederos de ETA.

Su líder principal, Arnaldo Otegi, fue condenado por pertenencia a banda armada, lo mismo que su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurúa, por apoyo al terrorismo. Y EH Bildu tenía 47 ex etarras, 47, en sus listas electorales.

Me dirijo a los socialistas navarros, porque, además de Pamplona, van a entregar Navarra. Y después el País Vasco. Lo ha anunciado, sin empacho, Arnaldo Otegi.

Y todo eso, ¿por qué? ¿Por el bien de Pamplona? ¿Por el interés de Navarra? No. Porque en Madrid hay un personaje que necesita los votos del independentismo para seguir en la poltrona presidencial. Solo por eso.

A los militantes socialistas, y los votantes al PSN, les repito la pregunta. ¿Puede Pamplona ser gobernada, representada, por EH Bildu, cuando la suma de votos y de concejales permitiría algo bien distinto?

¡Pamplonesas! ¡Pamploneses! Nuestra histórica ciudad no se merece la afrenta de ser gobernada por un EH Bildu antinavarrista. Pamplona no se vende.

editor@elconfidencialdigital.es

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