Aprovechando el referéndum soberanista convocado por Artur Mas

El 9 de noviembre se votará en Cataluña también sobre monarquía o república

Esquerra, ICV y la CUP planean colocar una segunda urna junto a la destinada a las papeletas sobre la independencia. Tienen el apoyo del 15-M y de Ada Colau

Esquerra Republicana, Iniciativa per Cataluña-Verds, y la Candidatura d'Unitat Popular se han planteado aprovechar el debate sobre monarquía o república, avivado con el relevo en la Corona, para convertir también el referéndum soberanista del 9-N en un plebiscito republicano. La operación ya ha comenzado, y cuentan con el apoyo del movimiento 15-M y de la ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes conocedoras de las conversaciones entre ERC, ICV y CUP, el objetivo de estos partidos, que apoyaron a Artur Mas en la iniciativa de convocar la consulta independentista del 9-N, es aprovechar la movilización ciudadana para también reivindicar la proclamación de la república.

Para ello, vincularán la reivindicación independentista con los “deseos de cambio” en la jefatura de Estado que se difunden en la sociedad catalana. En este sentido, se han propuesto extender el lema #DecidimRepública para que, en ese referéndum, se vote también a favor de la supresión de la corona.

Otras urnas y papeletas

Desde ERC e ICV aseguran, a nivel interno, que la consulta soberanista del 9 de noviembre puede convertirse, en efecto, también en un plebiscito republicano.

Aunque todavía no se ha concretado el procedimiento para llevar a cabo ese referéndum paralelo, ambos partidos se inclinan más por crear otras urnas y papeletas y que con ello vote la población sobre monarquía y república, más que incluir una pregunta sobre este asunto en la papeleta ya aprobada por la Generalitat y el resto de formaciones soberanistas para el 9-N.

Las fuentes consultadas por ECD aseguran que esta iniciativa “llevará a las urnas a todavía más gente”, ya que “todo el mundo querrá dar su opinión, no solo sobre el futuro de Cataluña, sino también sobre el modelo de Estado que ellos defienden”.

En este sentido, aseguran que las manifestaciones republicanas últimas han movilizado mucho a los partidarios de la república.

El 15-M y Ada Colau, por la “desobediencia civil”

Ante la previsión de que el Gobierno central prohíba el referéndum independentista del 9-N, ERC e ICV han tendido ya puentes hacia el movimiento 15-M, para que apoye la celebración de la consulta, a pesar de que haya sido “vetada por Madrid”.

Para convencer a la gente de que acudan a las urnas, contarán también con la colaboración de Ada Colau. La ex portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca defenderá, en actos públicos, “participar en la consulta como un acto de desobediencia civil para poder construir nuestro futuro”.

La activista, que ya se mueve para presentar candidatura a la alcaldía de Barcelona, es para los impulsores del referéndum republicano “un activo estratégico” que puede movilizar a los catalanes a acudir a las urnas.

 

Mociones y manifestaciones para “caldear el ambiente”

La campaña anti-monárquica en Cataluña, que concluirá con el doble referéndum -independentista y republicano- del nueve de noviembre, comenzó ya la semana pasada, con la convocatoria de manifestaciones a favor de la república y en contra del nuevo rey Felipe VI.

El día de protestas más intenso se vivió el jueves 19, coincidiendo con la proclamación del nuevo monarca. ERC y la CUP impulsaron esa jornada movilizaciones en todo el territorio catalán para reivindicar la caída de la corona en España. El lema de las marchas convocadas por la Candidatura d' Unitat Popular fue: “Por la república. Los catalanes y catalanas no tenemos rey ni queremos”.

Además, estas dos formaciones, más ICV, se han planteado como objetivo presentar, en los ayuntamientos en los que gobiernan o tienen una destacada representación, mociones a favor de la instauración de la república en Cataluña.

De hecho, ya la semana pasada salieron adelante mociones que pedían que la infanta Leonor no herede los títulos de su padre. Así, en Gerona se votó en contra que la heredera fuese nombrada princesa de Girona; en Cervera que no fuera condesa de la localidad; y en Balaguer que no lleve el título de Señora de Balaguer.

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