La cajera de supermercado que dio la voz de alarma y ayudo a encontrar a Lucía Fernanda, la joven autista que desapareció el viernes en Madrid

La familia de Lucía Fernanda ha pasado posiblemente las 72 horas más largas de su vida. La joven madrileña, de 24 años, desapareció del hospital de Majadahonda donde estaba ingresada el pasado viernes. Sufre de esquizofrenia y autismo, lo que le impedía comunicarse con otras personas. Ayer lunes, una cajera de un supermercado de Parla, la reconoció -tras haber visto su foto en las noticias- y dio la voz de alarma a la policía. Minutos después, los agentes se personaron allí y certificaron que se trataba de la joven desaparecida, para respiro de su familia. Enhorabuena a la mujer que dio el aviso, ya que su colaboración ha resultado determinante para la feliz resolución del caso.

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