Ligados a la facción marxista Ibil

El colectivo de los presos más radicales de ETA exige una amnistía

“Amnistía ta Askatasuna” empapela las ciudades del País Vasco con un comunicado en el que se desmarca de línea impulsada por Sortu y Otegi

Cabecera del cartel de Amnistía ta Astakatasuna pegado en localidades vascas.
Cabecera del cartel de Amnistía ta Astakatasuna pegado en localidades vascas.

“En todos los rincones del País Vasco, un grito de amnistía”: con esta consigna, el nuevo colectivo de presos de ETA ligado a la facción radical Ibil está empapelando paredes y muros de las ciudades vascas con un cartel en el que critica la actual estrategia oficial de la izquierda abertzale, que ha apostado por que los etarras se acojan a beneficios penitenciarios de forma individual.

La primera “grieta” seria en el bloque formado por ETA y por sus organizaciones políticas y sociales tras el anuncio de cese definitivo de la actividad armada se produjo con el surgimiento de Ibil (Iraultza Bilguneak, Asambleas Revolucionarias), un grupo disidente partidario de continuar la lucha armada.

Esta facción radical marxista está dirigida desde la clandestinidad por el profesor de instituto Fermín Sánchez Agurruza, huido en el mes de febrero. En la cárcel también cuenta con importantes apoyos: por ejemplo, el de los veteranos etarras Iñaki Bilbao y Juan Ignacio Aldana.

La huida de Sánchez Agurruza, y la sospecha de que él y algunos simpatizantes podrían incluso intentar adquirir armas en el mercado negro para reactivar el terrorismo, provocó la alarma en las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Ahora, según ha podido saber El Confidencial Autonómico, los servicios de información de la lucha antiterrorista han fijado su atención en otro frente derivado de este grupo Ibil: su propio colectivo de presos, Amnistía ta Askatasuna, que se desmarca de la línea oficial del “oficialista” Colectivo de Presos Políticos Vascos que en diciembre dio un giro al reconocer el daño causado y acogerse a beneficios penitenciarios individuales.

Carteles en San Sebastián y en otras ciudades

Uno de los hechos que ha despertado la atención entre las Fuerzas de Seguridad es la aparición reciente en el País Vasco y en Navarra de carteles reivindicativos de Amnistía ta Askatasuna. Según ha podido saber ECA, algunos de esos carteles -como el que se puede ver más arriba- han aparecido en las paredes de calles de ciudades como San Sebastián.

Los carteles están encabezados por un lema sobre el típico dibujo proetarra de unos ojos tras unos barrotes carcelarios: “En todos los rincones del País Vasco, un grito de amnistía”. Hay que destacar que junto a ese dibujo tradicional, este colectivo que trata de aglutinar a los presos contrarios al cese del terrorismo utiliza para “firmar” los carteles el logo diseñado por Eduardo Chillida que durante décadas usó la organización a favor de los presos Gestoras Pro Amnistía.

En el texto de los panfletos (escrito en castellano, al menos en los carteles que ha podido ver El Confidencial Autonómico), Amnistía ta Askatasuna denuncia el “gran vacío, total desmovilización y una pérdida de discurso” que sufren lo que llama “represaliados políticos”.

“Con la excusa de los nuevos tiempos políticos, sin todavía desactivarse la represión y sin materializarse ninguna solución seria a la situación de los represaliados políticos, se dan las disoluciones de los distintos movimientos pro-amnistía”, lamenta este colectivos de etarras encarcelados, que también denuncia la confusión en el mundo de los presos y de sus familiares, en la que se están proponiendo “grandes cambios en una dinámica unilateral que pretende impulsar salidas personales”.

Exige reconocer el estatus político de los etarras

Por todo ello, y como bien muestra su nombre, la organización de presos ligada a la facción radical marxista Ibil vuelve a reivindicar la amnistía. Hay que recordar, en este contexto, que Sortu tuvo que dar hace poco un “paso atrás” para asegurar, en un documento interno, que la petición de que salgan a la calle todos los miembros de ETA condenados sigue siendo básica en su acción política.

 

Para Amnistía ta Askatasuna, la amnistía supone en primer lugar “el reconocimiento del estatus político de todos los luchadores que por su militancia se encuentran en prisión, deportados o huidos”. A eso añade una velada crítica a algunas posiciones actuales de la izquierda abertzale agrupada en Sortu: “Con una mera defensa de los derechos humanos les estaríamos despojando de su carácter político”.

Además, la amnistía para esta facción radical de los presos es conseguir “el retorno a casa de todos los represaliados políticos, siempre dueños de sus derechos, con honor y dignidad”. Amnistía ta Askatasuna deja claro que no pretende hacer distinciones entre presos con delitos de sangre y los que están en la cárcel, por ejemplo, por formar parte de los brazos “civiles” de ETA: “Sin hacer distinciones entre las condenas que les hayan impuesto los tribunales de guerra español y francés. Mientras exista un represaliado político, sea cual sea su método de lucha, estaremos ahí”.

Por eso, el colectivo de presos afín a Ibil trata de movilizar a vascos y navarros para volver a reclamar en las calles la amnistía total para todos los presos de la banda terrorista: “Tenemos que ganarnos la calle, activar a los sectores populares y recuperar la ilusión perdida”.

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