Gipuzkoa

El PP de Gipuzkoa ha presentado candidatos en 45 de los 88 municipios

El PP de Gipuzkoa supera la barrera del miedo que supuso el terrorismo de ETA

Foto de familia de los Candidatos con Alberto Nuñez Feijóo en San Sebastian
Foto de familia de los Candidatos con Alberto Nuñez Feijóo en San Sebastian

Durante décadas presentarse en las listas electorales por este partido suponía colocarse de inmediato en la diana.

Baste recordar los asesinatos de Gregorio Ordóñez, José Luis Caso, Manuel Zamarreño, José Ignacio Iruretagoyena y Manuel Indiano para comprender la larga travesía del desierto que ha padecido este partido y su consiguiente pérdida de representación en los ayuntamientos y en las Juntas.

Muriel Larrea, presidenta del PP de Gipuzkoa, reconoce que el cese del terrorismo ha permitido al PP iniciar un «cambio de ciclo», hasta el punto de que en las elecciones del próximo mes la formación presentará más candidatos que nunca en las listas municipales de Gipuzkoa, en torno a 130. En concreto, los populares competirán en 45 municipios del territorio.

En cinco de ellos el aspirante a la alcaldía reside en el propio municipio, en concreto, Borja Corominas (Donostia), Iñigo Manrique (Irun), Julen Robles (Eibar), Pello Atxukarro (Oiartzun) y Carles Fernández (Zarautz).

En otros once, los candidatos no están empadronados en la localidad por la que se presentan, pero sí en otra cercana. Este es el caso de Errenteria, Pasaia, Lasarte-Oria, Hernani, Andoain, Astigarraga, Hondarribia, Lezo, Tolosa, Zumarraga y Elgoibar. En las Juntas Generales los cabezas de lista por Donostialdea, Bidasoa Oiartzun y Deba Urola son de las respectivas comarcas. La única excepción es Oria.

Este elenco de aspirantes guipuzcoanos combina experiencia con juventud.

Así, el más veterano es Pello Atxukarro (Oiartzun), de 67 años y el más joven Jon Echevarria, de 18 (Zumarraga).

Los perfiles profesionales son muy variados, desde ingenieros industriales, como Juan Crespo (Hernani) hasta empresarios como Antonio Vicente Zubicoa (Errenteria) o conductores de autobús, caso de Joane Arce (Pasaia). Errenteria Antonio Zubicoa 49 años.

En el resto de las localidades los candidatos viven fuera de Gipuzkoa pero, como precisa Larrea, mantienen una estrecha vinculación con el territorio. «Se trata de personas que se tuvieron que ir debido al acoso de ETA, pero que están al tanto de lo que ocurre aquí».

 

Este nuevo escenario ha favorecido que los populares entren en liza en 45 de los 88 municipios, frente a 26 en 2019.

Por tanto, incorporan 19 localidades entre ellas algunas de peso y en las que se encontraban ausentes, como Bergara, Oñati, Ormaiztegi, Azpeitia, Orio o Zumaia.

Satisfacción

La presidenta del PP de Gipuzkoa se siente «satisfecha» del sustancial incremento de candidatos guipuzcoanos y del número de localidades en las que competirán.

El objetivo es evitar la imagen de aspirantes 'paracaidistas', es decir, de personas de fuera del territorio que rellenaban las listas en los años del plomo ante la imposibilidad de hacerlo con guipuzcoanos.

No obstante, Muriel reconoce que todavía queda camino por recorrer. «Se ha iniciado un cambio de ciclo. Nunca hemos tenido tantos aspirantes a alcaldes y concejales que sean de aquí, pero también es verdad que en muchos casos han preferido serlo en una localidad que no sea la suya para pasar más desapercibidos».

Esta dificultad ha llevado a que cargos relevantes del PP nacional vayan a cerrar las listas en las localidades donde ETA asesinó a ediles del partido, una decisión cargada de simbolismo.

Así el coordinador general, Elías Bendodo, lo hará en Errenteria; el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, se presentará en Zumarraga; y el director de Comunicación, Luis de la Matta, en Zarautz. El portavoz de la campaña, Borja Sémper y la viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, las cerrarán en Donostia.

La líder guipuzcoana del PP admite que la tarea de que su partido consiga competir en igualdad de condiciones con otras formaciones no es fácil. «Venimos de dónde venimos, años en los que nos jugábamos la vida.

A esta realidad hay que añadir otra que afecta a todos los partidos, la desafección hacia la política por parte de los ciudadanos. La gente es renuente a entrar en esta actividad».

Los populares están empeñados en acercarse a los ciudadanos, de los que estuvieron obligados a alejarse cuando no tenían más remedio que caminar con guardaespaldas. Con este objetivo han abierto la sede electoral de la calle Loiola, en San Sebastián.

El PP espera que la composición de las listas con guipuzcoanos y la realización de una campaña electoral a pie de calle les permita recuperar votos. El partido se encuentra en el territorio en su peor momento.

En 2019 solo consiguió 16.470 papeletas en las municipales. que se tradujeron en cuatro concejales en toda Gipuzkoa (tres en Donostia y uno en Irun).

En los comicios de 2003, lograron 47.794 apoyos y 53 concejales. Es decir, en una década se han dejado en el camino más de 30.000 votos, de los que una parte ha recalado en el PNV.

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