Una sentencia obliga a indemnizar a la familia de un trabajador de Irún, fallecido por su exposición al amianto. Se calcula que puede haber más de 25.000 afectados en el País Vasco

Un juzgado donostiarra ha determinado que se indemnice con más de 112.000 euros a los familiares de J.A.M., un industrial que trabajó durante años expuesto al amianto en Irún y Beasaín y murió a consecuencia de un cáncer de pleura. Los problemas derivados de la convivencia con estos materiales cancerígenos no sólo se encuentran en País Vasco: también hay cientos de casos en ciudades como Madrid, Valencia, Zamora, León y núcleos de Cataluña. Han utilizado esta sustancia más de 1.700 empresas en todo el país.

La estadística indica que una persona que se ha expuesto a las fibras de amianto o asbesto tiene 10 veces más posibilidades de contraer un cáncer de pleura, también llamado mesiotelioma. Sólo en el País Vasco se cree que más de 25.000 trabajadores lo han inhalado en las tres últimas décadas y por eso decenas de afectados y familiares han decidido pedir justicia en los tribunales.

Según una sentencia a la que ha tenido acceso El Confidencial Autonómico, la empresa CAF ha sido condenada a pagar 112.387,62 euros a la viuda e hijas de J.A.M., fallecido a consecuencia de un mesotelioma derivado de la exposición laboral al amianto. El fallo detecta “infracciones preventivas” de la empresa respecto a esta sustancia, pese a que existe legislación sobre ella desde los años 40.

El fallecido trabajó como peón, montador y encargado reparando unidades de tren en las localidades vascas de Irún y Beasaín entre 1946 y 1993, año en el que se jubiló. Tal y como recapitula la sentencia, el cáncer de pleura se le diagnosticó en mayo de 2011 y le fue reconocido como enfermedad profesional.

La sentencia indica que los servicios médicos “ignoraron en los reconocimientos médicos el riesgo de asbestosis” pese a que se realizaban todo tipo de manipulaciones de esta sustancia “sin máscaras de protección respiratoria” ante grandes cantidades de partículas en suspensión.

La labor de los afectados

La Asociación de Víctimas del Amianto en Euskadi (ASVIAMIE) lleva desde 2006 asesorando a afectados y familiares. “En España hay toneladas de asbesto sin retirar, como en los tejados de uralita”, explican. “El mesotelioma y la asbestosis son consideradas enfermedades profesionales desde los años 40, pero parece que aún no nos hemos enterado”.

“En los juzgados se gana el 90% de los casos”, indican, “las sentencias judiciales nos dan la razón, pero hay mucho por hacer”. Hoy en día, ASVIAME cuenta con unos 380 asociados y la asesoría de una abogada.

Desde ASVIAMIE comentan que una de las frases que más escuchan de sus médicos quienes registran los síntomas del mesiotelioma, una enfermedad que aparece tras décadas de exposición, es que la enfermedad les llega en “una edad normal para morir”. Hay que tener en cuenta que los principales afectados suelen tener problemas a partir de los 60-70 años; muchos de ellos mueren prematuramente.

“Hemos tenido un par de reuniones con el Gobierno vasco” y también con otros organismos oficiales, explican, aunque no reciben todo el apoyo que necesitan. “Existe una ‘mafia’ en la que hay metidos políticos, médicos, mutuas,...”, lamentan.

 

“Todos los gobiernos que ha habido en Euskadi desde las elecciones de 1977 tienen responsabilidad en lo que está pasando”, ya que fue por aquellas fechas cuando la Organización Mundial contra el Cáncer advirtió de los peligros para la salud que tenía la exposición a las fibras de amianto. Consideran que ha habido “permisividad” y una clara “inacción política” en favor de las grandes industrias.

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