Sortu consigue el apoyo internacional deseado: más de veinte eurodiputados, apoyados por Izaskun Bilbao, Oriol Junqueras y Raül Romeva, piden a España su legalización
Parlamentarios nacionalistas, comunistas, e incluso ecologistas, han firmado un texto que será remitido a España en el que piden al Gobierno de Zapatero la legalización de Sortu. La iniciativa ha estado apoyada por Izaskun Bilbao (del PNV), Oriol Junqueras (de Esquerra Republicana), y Raül Romeva (Iniciativa per Cataluña). Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, el documento ha sido firmado en nombre del Grupo de Amistad con el País Vasco del Parlamento Europeo, integrado por 21 eurodiputados de once nacionalidades. En el texto se reclama a las autoridades españolas que "no pongan obstáculos suplementarios" a Sortu, la nueva formación de la izquierda abertzale. "Consideramos que si se quiere que haya diálogo todas las partes deberían poder participar en las mismas condiciones", señala el grupo a través de un escrito remitido por el eurodiputado ecologista francés François Alfonsi, en el que se pide que se acepte la inscripción de Sortu como partido político. "Independientemente de que compartamos o no el proyecto político presentado, apoyamos que el partido tiene derecho a ser legal y a participar en las elecciones como uno más", señala el texto, en el que se solicita "a las autoridades españolas" que "no pongan obstáculos suplementarios" de su parte. Los firmantes añaden que felicitan a Sortu por "condenar la violencia, incluida la de ETA", circunstancia que, a su juicio, "acerca una paz duradera en el País Vasco". Entre otros, firman la petición la nacionalista Izaskun Bilbao (PNV) y los catalanes Oriol Junqueras (ERC) y Raül Romeva (ICV). Mayor Oreja y Sosa Wagner lideran el frente contrario Tal y como se adelantó en estas páginas, existe otro frente en la UE que intenta evitar que la corriente favorable a Sortu se extienda en Bruselas. Sus líderes son los eurodiputados españoles Jaime Mayor Oreja y Francisco Sosa Wagner, del PP y UPyD respectivamente, que están llevando a víctimas del terrorismo para que cuenten su experiencia y reflejen el horror que ha supuesto ETA para el País Vasco y el resto de España. La iniciativa se inició a principios de febrero y está siendo muy apoyada en Bruselas.
