El gobierno de Navarra sustituye al profesor que huyó para reactivar el terrorismo de ETA

Fermín Sánchez Agurruza lidera la facción Ibil, una escisión radical marxista contraria al cese de la “lucha armada”. Era docente provisional en el colegio de Urdax-Zugarramurdi

Anagrama del grupo Ibil, y su principal impulsor, el profesor Fermín Sánchez Agurruza.

A finales del mes de febrero, las Fuerzas de Seguridad se pusieron en alerta: el cabecilla de una corriente de entorno proetarra contraria al cese definitivo del terrorismo había huido. Las sospechas sobre Fermín Sánchez Agurruza indican que está tratando de captar adeptos e incluso de adquirir armas para volver a los atentados. Mientras tanto, el Departamento de Educación de Navarra ha tenido que sustituir a este profesor de un colegio público del modelo D, en euskera.

No fue hasta el mes de mayo cuando se dio más difusión a la noticia de la desaparición de Fermín Sánchez Agurruza: ex concejal de la ilegalizada Herri Batasuna en el municipio navarro de Ansoaín, entre 1995 y 2003 cumplió condena en una cárcel de Francia por pertenencia a banda armada.

Cuando la esposa de Sánchez Agurruza acudió a la Policía Foral a denunciar la desaparición de su marido, pero retiró la denuncia poco después, las sospechas aumentaron. Los agentes, además, encontraron su coche cerca de la frontera de Navarra con Francia.

Con estos datos, y con los informes de las Fuerzas de Seguridad, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu inició una investigación sobre el desparecido y sobre el grupo que lideraba junto varios presos del sector más radical de ETA: Ibil (Caminar, en vasco) o Iraultzailen Bilguneak (Asambleas Revolucionarias), una corriente dentro de la izquierda abertzale proetarra que pone en cuestión la estrategia de renunciar al terrorismo y pide seguir luchando por una república socialista vasca.

Las investigaciones apuntan a que Fermín Sánchez Agurruza pretende aglutinar a un grupo de entre 30 y 50 simpatizantes en el País Vasco y Navarra, contactar con miembros de ETA en la clandestinidad en Francia y quizás incluso podría intentar conseguir armas en el mercado negro para reactivar el terrorismo.

Profesor provisional, ahora sustituido

El Confidencial Autonómico ha podido averiguar varios datos del empleo que ha dejado atrás Fermín Sánchez Agurruza para, presumiblemente, pasar a la clandestinidad. Fuentes del Departamento de Educación del gobierno foral de Navarra explican que el colegio de Urdax-Zugarramurdi (municipios fronterizos con Francia y cercanos a Guipúzcoa) informó el lunes 24 de febrero que este profesor no había asistido a su puesto de trabajo ese día.

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Como establece el protocolo, el Departamento de Educación foral inició un expediente por falta grave y, según explican las fuentes consultadas, la dirección del colegio público -que pertenece al modelo D, es decir, en euskera- pidió la sustitución.

Durante esa semana, el centro estuvo sin profesor sustituto; la siguiente, el colegio permaneció cerrado por las vacaciones escolares de Semana Blanca. Así, según confirman desde el gobierno navarro, fue el 10 de marzo cuando se incorporó al Colegio Público de Urdax-Zugarramurdi el sustituto del profesor ahora buscado por la Guardia Civil.

El proceso de selección del nuevo docente se ha llevado a cabo con las listas de profesores que el Departamento navarro de Educación tiene para proceder a realizar las sustituciones según las especialidades. Se elaboran con los participantes en las oposiciones que no obtienen plaza, a través de convocatorias específicas o mediante el Servicio Navarro de Empleo.

De izquierda marxista revolucionaria

Sánchez Agurruza, residente en Berriozar y “disidente” con la línea oficial de ETA y de su entorno político y social que decidió para el terrorismo, volvió a España en 2003 cuando la justicia francesa ordenó su expulsión tras cumplir la condena por pertenecer a la banda terrorista. Poco después, en noviembre de 2004, comenzó a ejercer como profesor.

ECA ha podido confirmar en el Departamento de Educación de Navarra que el huido es funcionario de los cuerpos docentes con destino provisional. “Es decir, no tiene un centro fijo, y cada año, antes del inicio del curso, se establece el centro en el que va a impartir clase”, explican las fuentes consultadas. En un acto público, se reúne a todos los profesores que están en esta situación y se van ofertando las plazas; Fermín Sánchez eligió Urdax-Zugarramurdi, el colegio que presta servicio a estos dos pequeños municipios navarros.

Durante estos años, el profesor ahora en paradero desconocido ha compatibilizado su labor como profesor de francés en el colegio del modelo D en euskera -envuelto recientemente en polémica por un informe de la Guardia Civil que alertaba de la infiltración de ETA en estos colegios- con su labor política dentro del denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), es decir, el entramado que agrupa a ETA y a todos sus tentáculos políticos y sociales.

Ante la postura comandada por Arnaldo Otegi y otros líderes abertzales como Rafa Díez Usabiaga (del sindicato LAB) de que ETA tenía que dejar de atentar para que la antigua Batasuna pudiera volver a la legalidad, Fermín Sánchez Agurruza apostaba por mantener la lucha armada y conseguir a través de una “revolución” una Euskal Herria independiente, socialista y euskaldún, los objetivos tradicionales de ETA.

Después de que la banda anunciara el “cese definitivo de la actividad armada”, el profesor navarro siguió su labor política, atrayendo a los descontentos con la línea oficial del movimiento proetarra y enfrentándose directamente con los actuales líderes abertzales.

De esta forma nacieron las Asambleas Revolucionarias (Iraultzailen Bilguneak, Ibil) y comenzaron su labor de proselitismo en base a un independentismo revolucionario y de extrema izquierda. En un comunicado interno, revelado por la web El Informador, dejaban claro su radicalismo: “Ante todo esto, Ibil renueva el deseo de mantener encendida la llama de la lucha por la dignidad de nuestro pueblo. Viva los presos vascos, viva la juventud vasca y viva la auténtica izquierda abertzale. El pueblo no se vende”.

Además de Fermín Sánchez Agurruza, las Fuerzas de Seguridad sospechan que también hay históricos presos de ETA del sector menos proclive al cese del terrorismo que apoyan a Ibil, como Iñaki Bilbao y Juan Ignacio Aldana.