La Fundación Hispano Judía dona un monumento a Cartagena

El Patronato de la Fundación HispanoJudía conmemoró la publicación del Edicto de Granada de 1492 erigiendo un bello monumento en el puerto de Cartagena, última imagen de la Península Ibérica vista por los judíos que partieron de España por mar. En la inauguración estuvieron presentes el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, la alcaldesa de Cartagena, Noelia María Arroyo Hernández, la presidenta de la autoridad portuaria del puerto de Cartagena, Yolanda Muñóz, el presidente de la cámara de comercio de la región de Murcia, Miguel Martínez, la presidenta de la Fundación José Sacal, Silvia Sacal, y el presidente de la Fundación HispanoJudía, David Hatchwell junto con una delegación de 30 miembros internacionales de su patronato. 

Esta fatídica fecha, hace 530 años, marca la expulsión de los judíos españoles y el último proceso de conversiones masivas forzadas al catolicismo. A los judíos se les dio la opción de convertirse o abandonar España en un plazo de 4 meses. Los historiadores cuentan que aproximadamente una mitad se quedó y se convirtió, mientras que la otra mitad se fue y se convirtió en la semilla de la comunidad sefardí de hoy. 

La Fundación HispanoJudia y la Fundación José Sacal de México han donado este monumento a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia como símbolo de reencuentro entre la cultura hispana y la cultura judía. 

El monumento “El Abrazo”

Una delegación de 30 patronos y amigos de la Fundación HispanoJudía ha viajado mediante el lema “Reencuentro entre las culturas hispana y judía”, desde distintas partes del mundo como México, Israel, Argentina, Panamá, Estados Unidos y Bulgaria para ser testigos de este momento histórico. 

Según David Hatchwell, presidente de la Fundación HispanoJudía: “Con este acto queríamos que el 31 de marzo, fecha hasta hoy recordada por la crueldad y tristeza que significó la publicación del edicto de Granada decretando la expulsión de los judíos de España, se convirtiera de ahora en adelante en la conmemoración del reencuentro entre las culturas hispana y judía. Se trata sin duda de un punto de inflexión en la construcción de nuevos puentes entre el mundo hispano y el judío”.