La Feria del Libro de Madrid refuerza su compromiso con el acceso a la lectura
Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, ha compartido parte de la mañana con un grupo de alumnos con discapacidad intelectual, de entre 18 y 26 años, del Programa Tecnodemos de la Universidad Pontificia de Comillas. Han participado en un encuentro con Fermín Zabalegui, adaptador a Lectura Fácil de El gran Gatsby, editado por Lecturia. También ha estado presente su editor, Javier Alcázar, gracias al cual los alumnos y alumnas han podido conocer el proceso de creación y escritura de un libro, así como todo el proceso editorial hasta que el libro llega al lector final.
El evento se ha enmarcado dentro de ‘El vaivén de la Feria’, iniciativa que consiste en la celebración de actividades relacionadas con el mundo del libro y la lectura. Primero, la Feria va, se acerca, a diversos colectivos que, por diferentes motivos, no suelen visitarla. Durante su celebración, tiene lugar el ven de estos grupos a la Feria del Libro, que acogerá el Parque de El Retiro del 31 de mayo al 16 de junio.
Para su incorporación al mercado laboral, estos jóvenes se están formando como auxiliares tecnológicos y administrativos. Como parte de la formación integral que el Programa Tecnodemos proporciona, participan en un club de Lectura Fácil cada semana. El próximo mes de junio cambiarán de ubicación desplazándose hasta El Retiro para visitar la 83ª Feria de Libro de Madrid y desarrollar allí dicha actividad.
Javier Alcázar, editor de Lecturia: «Queremos acercar las grandes historias de la literatura a todas las personas con dificultades para comprenderlas»
Lecturia nació de la conjunción de las dos pasiones de Javier Alcázar, su fundador: el mundo del libro y el mundo social. «Durante varios años fui librero, pero, después de estudiar Trabajo Social, comencé a trabajar como profesor de jóvenes con discapacidad intelectual. Ahí me di cuenta de que casi ninguno leía, porque no encontraban lecturas adaptadas a su comprensión y a sus intereses. Así descubrí la Lectura Fácil y comencé a formarme; adapté varios libros para otras editoriales y, finalmente, me decidí a fundar Lecturia. Con esta editorial queremos acercar las grandes historias de la literatura a todas las personas con dificultades para comprenderlas y, sobre todo, para disfrutarlas», explica Alcázar.
La Feria del Libro de Madrid desea reconocer el esfuerzo de proyectos editoriales como este. En palabras de su directora, «leer es necesario para vivir y socializar, y sin embargo obstáculos de distinto tipo privan a muchas personas del placer que supone entrar en las historias, evadirse y aprender de ellas. Hay que trabajar para, en la medida de lo posible, remover esos impedimentos: tenemos que esforzarnos para garantizar el derecho a la lectura. Esperamos que este vaivén ayude a quienes trabajan con ese objetivo y testimonie del compromiso de la Feria con esa lucha».
Los primeros títulos publicados por Lecturia aplicando las pautas y técnicas de adaptación de Lectura Fácil son textos clásicos, pero a lo largo de 2024 se publicarán adaptaciones de autores contemporáneos como Inma Chacón o Nando López.
Creando nuevos lectores gracias a la Lectura Fácil
Pero los libros en Lectura Fácil no tienen por qué estar destinados solo a personas con discapacidad y la mejora de su distribución podría ser una buena forma de crear nuevos lectores. Buen ejemplo de ello es Lecturia, sello que destina parte de su producción a «cualquier persona con dificultades de comprensión lectora: personas mayores, extranjeros que no hablan bien el idioma, personas con trastornos del aprendizaje o del lenguaje, con bajo nivel cultural...», asegura Javier Alcázar.
Todos esos colectivos forman parte del 30% de la población que experimenta dificultades a la hora de leer un texto. Un dato preocupante, para Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid, «y no hablamos necesariamente de textos técnicos, o administrativos», advierte.
Alcázar parece haber encontrado la fórmula para que en todas esas personas crezca la pasión por la literatura: gracias a los libros en Lectura Fácil. «Y, además, para todas las personas a las que la lectura les cuesta o les da pereza —como es el caso de muchos jóvenes—, puede ser una forma de engancharse a las buenas historias. Luego, ya vendrá el salto a otros textos sin adaptar. Por eso creo que la Lectura Fácil puede tener un papel fundamental en el acceso a la cultura de muchas personas», asegura el editor de Lecturia.
Proceso de adaptación de ‘El gran Gatsby’ a Lectura Fácil
Para hacer accesible El gran Gatsby a personas como las que han participado en la actividad de hoy, se han simplificado los textos para facilitar su comprensión. Esta labor «ha consistido en eliminar oraciones subordinadas, evitar el uso de vocabulario complejo y simplificar las construcciones gramaticales y literarias», explica Fermín Zabalegui.
«Pero la lectura fácil va más allá, no es una adaptación directa, sino que también se revisa la narrativa para entender mejor la historia y, además, se aplican pautas de forma para tipografías, para una maquetación limpia y para unas ilustraciones descriptivas que refuercen la comprensión de los textos», añade.
Zabalegui asegura que los textos clásicos suelen ser más sencillos de adaptar que las obras contemporáneas «porque son historias más lineales, donde las dificultades de comprensión están más en la forma que en el fondo».
Sobre este clásico de la literatura norteamericana, opina que su autor, F. Scott Fitzgerald, «tiene un lenguaje bastante claro y crea unas escenas muy descriptivas con unas pocas pinceladas. Eso facilita mucho la adaptación, porque siempre es fácil y directo entender lo que quería contarnos». Pero no todo han sido facilidades en el proceso de adaptación de El gran Gatsby, dado que «hay muchas escenas retrospectivas y un narrador omnisciente que va adelantando sus emociones a lo que va a pasar. Poder simplificar esos recursos sin perder la potencia de la historia ha sido uno de los retos más bonitos de este proyecto», concluye Fermín Zabalegui.