Apoyo desde Canadá para salvar el retablo de un pueblo de Burgos

Apoyo desde Canadá para salvar el retablo de un pueblo de Burgos
Apoyo desde Canadá para salvar el retablo de un pueblo de Burgos

Satisfacción. Esa es la palabra que define el ánimo de los 27 vecinos del pequeño pueblo de Masa, en Burgos, para definir su estado de ánimo ante la campaña que iniciaron hace unos días para salvar el retablo de su iglesia y el reloj del campanario. Hasta el momento han logrado reunir casi 24.000 euros, lo que supone más de la mitad de la cantidad que ellos mismos se marcaron como objetivo mínimo a conseguir (40.000€). 

Pero ellos suman y siguen. Su objetivo óptimo está situado en los 55.000€, y están convencidos de que lo van a alcanzar antes del 25 de julio, que es cuando finaliza la campaña. Hasta el momento, los donativos han procedido de 147 donantes, lo que supone una media de casi 160€ por bienhechor. Y es que, en esta época de globalización, donde hacer una donación está al alcance de cualquiera con un simple par de clics, por remoto que sea el punto del planeta donde se encuentre, las ayudas han llegado incluso desde Canadá. “Desde Alcolea de las Peñas, todo mi apoyo al proyecto. 

Fraternidad entre todos”, ha escrito en el “Muro de aportantes” Jesús Aparicio. Más lejos se encuentra José L. de Juan, que envía “saludos desde Canadá”, además del donativo. “Que nuestra iglesia de Masa quede tan bonita como era”, desea Isabel. “Toda España os admira por vuestro esfuerzo en la protección del patrimonio histórico”, asegura Juan Manuel Fernández Aparicio. 

“Se nos ha metido en la cabeza que queremos restaurar el retablo mayor del siglo s. XVII y el reloj del campanario, que data de principios del s.XX. Realmente, ambos están muy deteriorados. ¿Nos ayudas?”, preguntan los 27 vecinos de Masa, un pequeño pueblo situado a 35 km de Burgos, que han lanzado una campaña de micro mecenazgo. Para ello han acudido a la asociación Hispania Nostra (www.hispanianostra.org) con el fin de reunir los 55.000€ que necesitan para restaurarlos (https://crowdfunding.hispanianostra.org/restauracion-del-retablo-y-el-reloj/3723). 

El retablo es de estilo barroco pre-churrigueresco del siglo XVII, y su estado es pésimo, con riesgo de desprendimiento por desplomes y desajustes estructurales de los ensamblajes. “Tenemos un hermoso patrimonio al borde del colapso, pero todavía estamos a tiempo de recuperarlo”, aseguran los vecinos, que se han agrupado en torno a la asociación “RE&RE Páramo de Masa”. “Esta es la primera vez que abordamos un proyecto de esta magnitud. 

Somos un pueblo pequeño con pocos recursos”, añaden. “Cuando surgió la idea de embarcarnos en esta aventura, todos los vecinos de Masa, autóctonos y oriundos, apoyaron la idea y desean colaborar. Por eso se creó la asociación, que es la punta del iceberg de un sentimiento, de una colaboración altruista, de un pequeño pueblo de la España vaciada”, explican. 

“Para los habitantes de Masa, la iglesia es todo. La vida en el pueblo siempre ha estado alrededor de la iglesia, el legado que dejaron nuestros ancestros. Supone el culto, el arte, un símbolo de tradición, historia, emblema, que ha sido testigo de nuestros bautizos, confirmaciones, enlaces y despedida de nuestros seres queridos”, afirman. Por eso, “este proyecto supone para nosotros conservar el patrimonio y dejar un fabuloso legado a nuestros descendientes”. 

El retablo se empezó a construir en 1684 por el maestro José Rodríguez y su coste ascendió a más de 7600 reales. Las esculturas fueron ejecutadas por el maestro burgalés Ventura Fernández desde 1685. Las tareas de dorado fueron hechas por Toribio García Gutiérrez y Lucas de la Concha desde 1690.

El reloj era mecánico de principios de s. XX, y lo que queda de él se va acondicionar, con limpieza de suciedades y de óxido, para colocarlo en la iglesia a modo de exposición. A su vez, se instalará un reloj electrónico con un electro mazo que actúe en la campana para que toque las medias horas y las enteras, como lo hacía el antiguo reloj. 

 

La esfera del mismo, aunque está muy dañada, sí admite restauración. Consta de un soporte de madera que sustenta las 12 placas donde están rotulados los números romanos y un disco central donde se alojan las manillas. Estas placas son de cobre batido y esmaltadas al horno. 

“Tenemos sentimientos encontrados querer hacer y no poder, y por eso ponemos en marcha esta campaña micro mecenazgo para obtener los fondos necesarios y conseguir nuestro objetivo”, concluyen. 

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