La escapada de Barreda a San Petersburgo impidió que negociara la fusión de CCM

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, decidió tomarse un fin de semana de descanso y viajar a San Petersburgo con su mujer, Clementina Díez de Baldeón. La visita a la ciudad rusa no pudo ser más inoportuna: a falta de cuatro días para la celebración de la asamblea que cerrará la fusión de Caja Castilla-La Mancha con Cajastur, El Mundo publicó que la entidad castellano-manchega sólo obtendría un 10 por ciento de las participaciones de Banco Liberta, una filial de la caja asturiana. La noticia pilló por sorpresa a Barreda, que no pudo reunirse con los representantes del Gobierno autonómico en la dirección de CCM para pedir explicaciones. Para colmo de males, a su mujer, diputada en el Congreso de los Diputados, no han parado de llegarle críticas por no asistir al homenaje a las víctimas del terrorismo que se celebró el domingo en la Cámara.

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