Vecinos de la calle Ponzano desesperados por las obras

La zona de moda para salir en Madrid no ha recuperado las terrazas en los bares. Hay sospechas de que volverán después de las elecciones municipales

Calle de moda para tomar cerveza y copas de Madrid, de fondo uno de los bares más famosos de la calle. Fuente- A.V. 'El Organillo' de Chamberí.
Calle de moda para tomar cerveza y copas de Madrid, de fondo uno de los bares más famosos de la calle. Fuente- A.V. 'El Organillo' de Chamberí.
  1. Terrazas tras las elecciones
  2. Sin zonas de carga y descarga
  3. Árboles embaldosados y partes sin rematar
Zonas del tramo de Ponzano renovado sin acabar. Fuente- Pilar Rodríguez, portavoz A.V. 'El Organillo' de Chamberí.
Zonas del tramo de Ponzano renovado sin acabar. Fuente- Pilar Rodríguez, portavoz A.V. 'El Organillo' de Chamberí.

Las mediáticas y caóticas obras de la zona de moda para salir de cervezas y copas de Madrid, la calle Ponzano, han concluido, según ha asegurado a Confidencial Digital la Junta Municipal del Distrito de Chamberí.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid aún no se lo ha notificado ni a los vecinos ni a los establecimientos y tampoco ha realizado ningún acto de inauguración de esta remodelación.

“No creo que tengan intención de hacer nada desde la Junta Municipal de Chamberí porque los vecinos están preparados para dar una cacerolada al concejal en caso de que hagan algún acto de inauguración”, cuenta el dueño de uno de los comercios de la calle.

Las obras comenzaron el pasado 20 de septiembre y han tenido lugar en unas determinadas zonas de Ponzano, concretamente en los cuatro tramos situados entre las calles de Río Rosas y Santa Engracia. Coincidiendo con la ubicación de las cervecerías y discotecas más famosas de la calle.

“Esto ha sido todo un negocio entre el concejal y sus amigos, que son los dueños de los bares que están en las zonas arregladas”, asegura un portero de uno de los edificios.

Desde el comienzo de las obras, los vecinos mostraban un gran descontento y se posicionaron, la gran mayoría, en contra de dicha remodelación.

“Han dejado la calle niquelada a costa de un millón de euros que hemos pagado los vecinos para beneficiar a los 60 bares que hay en 450 metros”, se queja la portavoz de la Asociación Vecinal ‘El Organillo’ de Chamberí, Pilar Rodríguez.

Terrazas tras las elecciones

Antes del comienzo de la obra, los bares tuvieron que levantar todas las terrazas situadas en los aparcamientos, a pesar de que la nueva Ordenanza de Terrazas establecía que las autorizaciones estarían vigentes hasta el 31 de diciembre de 2023

Aunque el Ayuntamiento de Madrid confirmó a Confidencial Digitalmeses atrás que informaría a los locales del fin de las obras para que volvieran a solicitar los permisos de terrazas, aún no se ve ninguna montada.

 

Las terrazas es uno de los asuntos que más preocupa a los vecinos y dueños de los pequeños comercios de la calle, teniendo en cuenta que Ponzano es Zona de Protección Acústica Especial. Ellos tienen claro y aseguran que las terrazas volverán tras las elecciones municipales. 

“Nos consta, porque nos lo han dicho, que las terrazas se van a autorizar en cuanto pasen las elecciones municipales. No lo van a hacer antes porque quieren que la gente piense que las obras se han hecho para el bienestar de los vecinos y así el PP se lleva de nuevo los votos”, asegura Pilar.

La Ordenanza 1/2022, de 25 de enero, por la que se modifica la Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelería y Restauración, de 30 de julio de 2013 establece que el espacio de libre tránsito para los peatones no puede ser inferior a 2,50 metros, además las terrazas no pueden estar encima de las superficies podo-táctiles destinadas a las personas con falta de visión.

“Han aumentado el ancho de las aceras para que las terrazas de los bares sí cumplan con los metros reglamentarios establecidos en la Ordenanza de Terrazas”, explican algunos comerciantes. 

Desde los bares desconocen si podrán, o no, poner terrazas en algún momento. Hasta la fecha no les han comunicado nada.

Sin zonas de carga y descarga

Tanto los bares y pequeños comercios como los dos supermercados que hay en ese tramo de la calle reciben todos o la mayoría de los días mercancía.

El problema aparece cuando los repartidores tienen que parar para dejar esa mercancía en los establecimientos. El aparcamiento es muy limitado, han reducido un 70% el número de plazas, y no hay ninguna zona de carga y descarga en esa calle.

La medida correcta para descargar el pedido es dejar los camiones y furgonetas en los carga y descarga que han puesto en las esquinas de las calles que cortan a cada tramo de Ponzano y cargar con la mercancía hasta el lugar de destino.

Ante la dificultad para encontrar una zona para descargar en esa calle, muchos de estos repartidores optan por utilizar los aparcamientos para minusválidos, pararse enfrente del local en medio de la vía o subirse a las aceras, asumiendo una posible sanción por parte de la policía municipal.

Esto último obstaculiza la libre circulación de los peatones por las aceras y es una de las cuestiones por las que también se quejan los vecinos de ‘El Organillo’. 

De hecho, el miércoles pasado, para que una ambulancia con la sirena encendida pudiera pasar por la calle, los coches que estaban delante de esta tuvieron que subirse a la acera para facilitarle el paso, debido a que las dimensiones de la carretera son muy justas.

Atascos por la noche en Ponzano. Fuente: A.V. 'El Organillo' de Chamberí.
Atascos por la noche en Ponzano. Fuente: A.V. 'El Organillo' de Chamberí.

La estrechez de la calzada también es otra de las modificaciones que está generando graves atascos en la calle.

Además de por lo mencionado anteriormente, “en el momento en el que alguna ambulancia tiene que recoger a alguien, ten en cuenta que aquí hay muchos vecinos que son mayores, o viene algún taxi y tiene que esperar un poco más de la cuenta, ya se forma un atasco que llega hasta la calle Río Rosas -tres manzanas más arriba-. Súmale el ruido de la gente pitando”, explica la portavoz de la asociación.

Antes de la reforma, la anchura de la carretera era mayor, de hecho, a partir de la calle Río Rosas puede comprobarse. “No había tanto problema porque las ambulancias se quedaban pegadas a un lateral, y los coches podían adelantarlas sin dificultad”, apunta.

Árboles embaldosados y partes sin rematar

La falta de zonas de carga y descarga , la anchura de la carretera y la duda de si volverán o no las terrazas, no son las únicas preocupaciones de los residentes de Ponzano.

"En esta obra, que nadie ha pedido, se han hecho muchas cosas mal. Y además nos han dejado chapuzas y partes sin rematar", inciden desde la asociación de vecinos.

A medida que cualquier persona camine por el tramo renovado, puede ver que los árboles están embaldosados, es decir, han puesto baldosas alrededor del tronco de los árboles que ya estaban antes de las obras.

Aunque desde la Junta Municipal aseguran que no es un problema porque el agua se filtra entre las baldosas, los porteros de los edificios lo niegan rotundamente.

A pesar de que desde los organismos oficiales comunican que las obras ya han terminado, en ciertos puntos de la calle quedan partes 'sin rematar'. Para evitar posibles accidentes, estás zonas están rodeadas con vallas o alguna señalización específica.

Además, desde las mercerías y comercios similares explican a Confidencial Digital que los obreros les aseguraron que antes de acabar las obras todos los imperfectos que hubieran realizado en las fachadas de los establecimientos se los arreglarían. Aún siguen tirados y rotos algunos bloques de mármol de las mismas.

Otro de los puntos que destacan es la inclinación de las calles. Para evitar que se produzcan inundaciones, las calles deben estar inclinadas hacia el alcantarillado, pero en Ponzano ocurre lo contrario, es decir, están inclinadas hacia las fachadas.

"Esto con el tiempo va a generar graves consecuencias en las fachadas de los edificios" argumenta uno de los porteros.

El tema de los contenedores también es muy comentado entre los transeúntes y trabajadores de la zona. Por las mañanas se ven cubos de basura orgánica apilados en ciertos puntos de la calle que más tarde los bares recogen y los llevan al interior de sus locales.

A diferencia de los contenedores de reciclaje, concretamente de cartones y vidrio, que los más cercanos están situados en la calles colindantes.

En rasgos generales, durante el desarrollo de las obras han trabajado de manera muy desorganizada, opinan los trabajadores de los locales.

Y aseguran que esta falta de comunicación y organización entre las cuatro empresas que han hecho la obra, una en cada tramo, está evidenciado en el resultado.

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