En alerta antiterrorista 4 sobre 5

Dos “chalecos tácticos con dispositivos electrónicos adosados” movilizan a la policía en Madrid

Sucedió a mediodía en una parada de autobús. En total, una decena de agentes y un perro inspeccionaron el objeto de forma discreta

Policía Nacional inspecciona dos chalecos aparecidos en Cuzco
Policía Nacional inspecciona dos chalecos aparecidos en Cuzco

Desde el pasado verano, España se encuentra en nivel 4 de la alerta antiterrorista. Un punto por debajo del máximo. Tras los atentados de París, las fuerzas de seguridad han reforzado sus esfuerzo para prevenir cualquier tipo de ataque. 


Tal y como pudo comprobar El Confidencial Autonómico, a las dos de la tarde del 10 de diciembre la Policía recibió un aviso por un bulto sospechoso abandonado en una parada de autobús en la Plaza de Cuzco de Madrid.

Hasta allí se trasladó una patrulla de la policía nacional. Los agentes aparcaron en la acera más cercana para no interferir en el tráfico del carril-bús que atraviesa el Paseo de la Castellana.

Los dos policías uniformados comprobaron que bajo la marquesina del medio de transporte municipal había abandonados dos “chalecos tácticos con dispositivos electrónicos adosados”, un tipo de vestuario empleado por militares. Uno de los policías nacionales tocó la prenda soltándola rápidamente.

Acto seguido, los agentes dieron el aviso de que habín encontrado el bulto sospechoso por el que fueron alertados. La actividad en la parada de autobús continuó con normalidad, los usuarios del transporte público puedieron acercarse sin que los agentes se lo impidiesen.

A los 20 minutos, llegaron dos agentes más de paisano y comenzaron a conversarar con los policías uniformados que había quedado custodiando el objeto sin interferir en el funcionamiento de la zona.

Justo después otros dos agentes uniformados (ya eran seis efectivos del cuerpo nacional) se presentaron en la misma parada. Su aspecto sí delató que formaban parte de las fuerzas de seguridad: portaban radios, bolso de mano masculino, etc. Esos dos últimos agentes se acercaron a los chalecos, tras inspeccionarlos sin llegarlo a tocar se retiran de las parada para acudir a la furgoneta con la que se había desplazado.

En ese momento, la parada de autobús se quedó custodiada por cuatro agentes: dos uniformados y dos de paisano. Después otro coche patrulla de la policía nacional llegó al lugar. No hubo sirenas, ni luces, todo fue discreto.

Los agentes acudieron con un perro policía

Al sumarse esta nueva pareja de agentes, los seis policías comenzaron a acordonar la zona. Los agentes no dejaban a los usarios del autobús acercarse a la marquesina donde estaban abandonados los chalecos. A pocos metros, se encontraba ubicada una estación de metro donde los agentes también bloquean el paso cerca de la parada.

Los agentes de paisano que se habían desplazado hacia la furgoneta sacaron a un perro policía pastor alemán. En todo el trayecto desde el vehículo hasta la parada, los agentes indicaron al animal que inspeccionara los automóviles y papeleras que había a su paso.

 

Una vez en la parada de autobús, el perro policía inspeccionó los dos chalecos abandonados. El animal no se sentó, signo de que no había encontrado nada sospechoso. Por ello, retiraron el animal para dejarlo de nuevo en el vehículo.

La Policía amplió el perímetro de seguridad, un par de agentes entran en la parada de metro y aparecieron más refuerzos. El aviso terminó siendo una falsa alarma que recuerda a un suceso similar que ocurrió también en Cuzco la semana después de los atentados de París. Entonces, los agentes cortaron el tráfico tras la aparicieron de una mochila sospechosa que fue examinada por agentes del Tedax que descartaron la presencia de explosivos. 


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