Ni ERC, ni Bildu, ni Junts: ninguno de los socios de investidura de Sánchez acudirá a Zarzuela

Sus votos son clave para que Felipe VI sepa qué candidato tiene más apoyos para ser elegido presidente del Gobierno

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La nueva presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, con Felipe VI

La nueva presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha acudido este viernes por la mañana al Palacio de la Zarzuela para entregarle al rey la lista de los portavoces de los grupos políticos con representación en las Cortes Generales que acudirán a la ronda de consultas.

Esquerra Republica de Catalunya (ERC), Euskal Herria Bildu y Junts, los partidos independentistas con los que cuenta Pedro Sánchez para superar la votación de investidura, no tienen intención de acudir a Zarzuela para informar al rey de sus intenciones ante una hipotética investidura del líder del PSOE, según confirmaron a Europa Press fuentes parlamentarias de estas formaciones.

Son al menos tres de los hipotéticos socios de Pedro Sánchez y, por tanto, no informarán directamente a Felipe VI de sus intenciones. ERC, Junts y Bildu, así como el Bloque Nacionalista Galego, no reconocen autoridad política al jefe del Estado y mantienen un boicot, especialmente tras su discurso posterior al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

ERC cuenta con siete diputados, los mismos que Junts, y EH Bildu tiene seis. Estos 20 diputados, 21 si se suma al BNG, son clave para conocer las posibilidades que tiene Pedro Sánchez de ser investido presidente del Gobierno.

Por tanto, Felipe VI no conocerá de primera mano las intenciones de estos grupos ante la investidura. Esto ya ocurrió en las sucesivas rondas de consultas de 2019.

El rey tendrá que hacer frente la próxima semana a una ronda de consultas inusual para designar candidato a la investidura ya que, por primera vez en los últimos años, hay dos candidatos que aspiran a pedir la confianza del Parlamento: Alberto Núñez Feijóo, como ganador de las elecciones del 23 de julio y con 171 votos comprometidos, y Pedro Sánchez, que se ve capaz de tejer alianzas y sumar votos suficientes para superar la votación, como ha logrado para la acerse con la mayoría e la Mesa del Congreso.

En se contexto, cobra especial relevancia la ronda de consultas, en la que el jefe del Estado sondeará directamente a los partidos con representación parlamentaria para saber cuál es su predisposición ante la investidura de uno y otro aspirante,

El artículo 99 de la Constitución establece que, “después de cada renovación del Congreso de los Diputados, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno”.

La carta magna no determina que deba ser candidato el ganador de las elecciones, simplemente relata que será investido presidente quien logre la confianza del Congreso, sea en una primera votación con mayoría absoluta o en una segunda con más votos a favor que en contra.

 

Por tanto, es el Congreso quien elige al nuevo presidente del Gobierno, pero es el rey el que decide quién se someterá al debate de investidura. Hasta ahora, la decisión era sencilla y había un único candidato sobre la mesa, el más votado en los comicios, y otra cosa es que después su candidatura prosperase o no en la votación del Congreso.

Sólo un vez, en enero de 2016, el ganador de las elecciones comunicó al rey que renunciaba a ser candidato al considerar que no tenía votos suficientes: Mariano Rajoy. Ello obligó al jefe del Estado a organizar una segunda ronda de consultas y acabar dando la oportunidad a quien quedó segundo, Pedro Sánchez, que no logró ser investido.

En esta ocasión, tanto el ganador de los comicios, Alberto Núñez Feijóo, como el que asegura tener opciones de superar la votación de investidura, Pedro Sánchez, se han mostrado dispuestos públicamente a asumir el encargo de someterse al debate de investidura.

Desde el PP reivindican que Feijóo fue el ganador de los comicios del pasado 23 de julio y que ya tiene asegurado el voto de 171 diputados (PP, Vox, aunque han surgido roces y UPN) con opción de sumar también a la de Coalición Canaria.

Según subrayan, el PSOE aún no tiene garantizado el respaldo de buena parte de sus hipotéticos aliados, y mucho menos los independentistas de ERC y Junts, ni los nacionalistas del PNV y el BNG, partidos que insisten en negarse a dar “cheques en blanco”.

Pedro Sánchez, por su parte, da por “fracasado” el tándem de PP y Vox y tacha de “cábalas mágicas” los cálculos de los populares. Los socialistas esgrimen como prueba la votación de la Mesa del Congreso, en la que Vox no apoyó al PP, que se quedó en solo 139 votos, y en cambio el PSOE llegó a los 178 escaños, la mayoría absoluta de la Cámara.

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