Los ecologistas que protestan contra la ampliación de Barajas admiten que lo hacen sin informes sobre el daño medioambiental
No cuentan con datos de especies animales afectadas ni el aumento de CO2 que supondría el incremento de la capacidad del aeropuerto
Los ecologistas han vuelto a las calles. El pasado domingo 19 salieron a protestar contra la ampliación del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barjas.
Argumentan que “en el marco de la crisis ecológica que estamos viviendo, no tiene sentido invertir dinero y recursos en el medio de transporte más contaminante por pasajero”.
Sin embargo, las asociaciones ecologistas no cuentan con un informe del impacto medioambiental que supondría dicha ampliación.
Argumentan que, conforme a las intenciones del Gobierno, el aeropuerto pasará de los 70 millones de pasajeros anuales a 80 millones. Esto implicaría un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como otras partículas perjudiciales para la salud de las personas, que también se vería perjudicada debido al aumento de los ruidos.
Denuncian un incremento de la contaminación
Las más de doscientas asociaciones de ecologistas que se manifestaron el pasado domingo firmaron un manifiesto en el que pedían un modelo de transporte más eficiente energéticamente y con menores emisiones, y en el que las inversiones prioricen las necesidades de desplazamiento del conjunto de la población y no la rentabilidad económica de los agentes económicos.
Denuncian el impacto climático y ambiental que tendrá no solo la ampliación de Barajas, sino también del Prat. Recuerdan que Europa ha acordado reducir sus emisiones de gases efecto invernadero un 55% antes de 2030. Algo que parece incompatible con el aumento de capacidad de los aeropuertos.
Además, recuerdan que la ampliación del Prat está prevista en La Ricarda, un espacio protegido por la Red Natura 2000. La ampliación de la tercera pista, denuncian que pondría en peligro el sistema de acuíferos que garantiza el consumo de agua potable del área metropolitana.
Además, critican que estos proyectos responden a los intereses de los grandes capitales inmobiliarios y del turismo masivo, que aumentan desigualdades, producen expulsión habitual, destrucción del comercio de proximidad, precarización, explotación laboral, contaminación del aire y sonora, aumento de CO2 y pérdida de espacios agrarios y naturales.
Solicitan que los 1.700 millones vayan a transporte público y renovables
Las asociaciones ecologistas reivindican la paralización de cualquier ampliación de infraestructuras aeroportuarias y planes de crecimiento de la aviación.
Piden la puesta en marcha de un plan de redimensionamiento de AENA que incluya el cierre de aeropuertos deficitarios y la eliminación de los vuelos en trayectos cortos con alternativa ferroviaria.
Solicitan que el dinero se reinvierta en medidas de protección de los servicios públicos, condicionando las inversiones a criterios de sostenibilidad.
Aspiran a una redefinición de la actual política de transporte para construir un modelo de movilidad justo, sostenible y resiliente que satisfaga las necesidades del conjunto de la población y “respete los límites del planeta, dedicando las inversiones hacia aquellos modos más justos social y ambientalmente”. Ponen de ejemplo el ferrocarril convencional.
El plan de Aena
Confidencial Digital ha podido saber que AENA planea optimizar sus infraestructuras. El coste de la inversión estimado es de 1.694 millones de euros en el periodo 2025-2029.
Se trata de actuación que, esencialmente, potenciarán el hub en la T4-T4S y mejorarán la eficiencia en las terminales T123.
En el caso del aeropuerto del Prat, hace una semana Aena presentó la web que recoge todos los documentos técnicos relacionados con el proyecto, por el momento, paralizado.
Con la ampliación pretende responder a “la reclamación histórica de Cataluña de disponer de conexiones de largo radio con América, Asia y África”.
