La dirección del PSOE se cansa de Tomás Gómez, que no presentará candidato a la Alcaldía en la convención de los socialistas en Madrid

El Partido Socialista de Madrid celebra este fin de semana su convención, en uno de los momentos más difíciles de la trayectoria política del secretario general, Tomás Gómez y cuando las críticas internas aumentan. Para miembros del PSM, la reunión ha quedado "vacía de contenido". Un sector de la militancia critica que, a pesar de todo, la convención se haya mantenido, pero también el paso en falso del secretario general con aquél anuncio, porque se adjudicó una atribución -nombrar al candidato a alcalde de Madrid- que nunca ha tenido el secretario general de los socialistas madrileños. Y lo mismo el insistir en la convocatoria, sin que exista posibilidad de debate ideológico. Las fuentesconsultadas del PSM señalan asimismo que Tomás Gómez está incumpliendo una prescripción de los estatutos, porque aún no ha lanzado la Agrupación Municipal de Madrid, un órgano que viene a ser como una ejecutiva de los socialistas para todo lo que afecta a la capital. La asamblea de este fin se semana recibe también críticas por lo que consideran excesiva tendencia al gasto en los últimos tiempos (inauguración de la nueva sede del PSM, celebrar la convención en un hotel de cinco estrellas). Y también le acusa que sólo servirá para un lanzamiento mediático del secretario regional. No obstante, las críticas de fondo van más allá de la convención. Consideran que el partido no está teniendo fuelle suficiente. Se subraya que en Ferraz están perdiendo la paciencia con él porque "nos lleva a conseguir el treinta por ciento de los votos, más que el cuarenta y el PSOE tiene que salir a ganar". Algunos apuntan que la mano derecha de Gómez, Maru Menéndez, lo está dejando solo y va haciéndose con sus propios seguidores, porque intuye las dificultades que Gómez ha de enfrentar en el futuro. Sin embargo, fuentes oficiales cercanas a Gómez desmienten este extremo, y reafirman la lealtad de Maru Menéndez. Aparte de las de las críticas a su falta de ortodoxia socialdemócrata, y a su "tendencia al pasteleo" y a "pactarlo todo", otro flanco débil del líder socialista madrileño tiene que ver con la acusación de que ha dejado que Esperanza Aguirre salga "viva" de las implicaciones del Caso Gürtel. Se denuncia que la reacción de Gómez ha sido una tribuna tardía en El País, después de que los diputados regionales del PP hubieran sido ya descabezados por Aguirre, un golpe de autoridad que resonó, no sólo en su propio partido, sino también en las bancadas de la oposición. A Gómez se le critica su "pasotismo" y su "inacción". También se ha insistido a Gómez, y así se planteó en una reciente reunión del grupo parlamentario regional, que "hay que ir a por Ignacio González", y sin embargo se lamenta la falta de movimientos de Gómez en esa dirección, cuando -se dice- González ha sido compañero durante mucho tiempo y el principal valedor del ex -consejero Alberto López Viejo, imputado en el Caso Gürtel. Sobre Ignacio González, se le exige a Tomás Gómez que se niegue en redondo a que la presidencia de Caja Madrid recaiga en el aún vicepresidente del Gobierno autonómico. Gómez prometió públicamente ser equitativo en el caso de la provisión de cargos en Caja Madrid, y ha recibido el mensaje de que el incumplimiento de su palabra en relación con el Consejo y la Asamblea de Caja Madrid significaría "un antes y un después".

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