El 22-M hubo 24 detenidos y más de 100 heridos

Las Marchas de la Dignidad extremarán la vigilancia para evitar altercados

Los organizadores pretenden frenar lo que denominan “penetración de infiltrados policiales para provocar incidentes”

Una pancarta de las Marchas de la Dignidad en Madrid el 22 de marzo de 2014.
Una pancarta de las Marchas de la Dignidad en Madrid el 22 de marzo de 2014.

El próximo 21 de marzo, miles de personas se manifestarán en Madrid convocados por las Marchas de la Dignidad un año después de la primera gran protesta de esta plataforma. Aquella movilización acabó en graves altercados entre grupos de manifestantes violentos y los agentes de la Policía.

Las marchas a pie hasta Madrid desde distintos puntos de España se desarrollaron con normalidad y sin incidentes, como también ocurrió con la gran manifestación que fue desde Atocha hasta la Plaza de Colón, donde tuvieron lugar los discursos de distintos dirigentes políticos y sindicales.

Sin embargo, cuando los manifestantes estaban empezando a marcharse un grupo de varias decenas de encapuchados empezaron a lanzar piedras y otros objetos a los policías que se encontraban en la calle Génova, cortando el paso hacia la sede nacional del Partido Popular.

A partir de ahí comenzaron las cargas policiales en el Paso de Recoletos, que se saldaron con destrozos en el mobiliario urbano y en los comercios de la zona, varios detenidos y decenas de heridos entre agentes antidisturbios y manifestantes.

Las Fuerzas de Seguridad señalaron a grupos antisistema radicales como causantes de este brote de violencia. Sin embargo, desde las Marchas de la Dignidad acusaron, de forma más o menos directa, a la Policía de haber infiltrado agentes entre los manifestantes para que provocaran a los antidisturbios y así empezaran las cargas, con el objetivo de desacreditar la movilización.

Cordón de autodefensa”

Un año después del 22-M, el próximo 21 de marzo las Marchas de la Dignidad volverán a Madrid en una concentración que también pretenden que sea masiva. El Confidencial Autonómico ha podido saber que los colectivos que participan en la organización de estas marchas van a tomar medidas para tratar de evitar que los disturbios se repitan en esta ocasión.

“Queremos que sea una movilización pacífica, porque lo que le interesa al régimen es que haya altercados. Habrá medidas de precaución para evitar que fabriquen una coartada para la represión”, asegura un dirigente de una de las organizaciones integradas en las Marchas de la Dignidad.

Estas medidas consistirán, en primer lugar, en que los organizadores de la manifestación van a poner un “celo especialísimo” para intentar frenar la penetración de personas que ellos consideran “infiltrados policiales” que se dedican a provocar enfrentamientos con los agentes de las UIP y así reventar la movilización pacífica.

Otras fuentes de la organización consultadas por ECA explican que el asunto de las “provocaciones policiales” está siempre presente en los preparativos de las manifestaciones que las Marchas de la Dignidad han organizado desde hace un año. Para la convocatoria del 21 de marzo en Madrid van a empezar a trabajar en las próximas semanas en un “cordón de autodefensa o seguridad”, que según los responsables de las Marchas de la Dignidad servirá para “proteger” a los manifestantes de posibles agresiones policiales y de lo que ellos tildan de “provocaciones originadas por infiltrados policiales”.

 

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