Sánchez busca aprovechar la crisis de los pellets para mejorar su imagen en Galicia
Moncloa prepara un desembarco del presidente para provocar una movilización equiparable a la que montó Zapatero con el Prestige y el chapapote
- Desembarco de Pedro Sánchez
- Nacionalizar la campaña autonómica
- Que no se hable de la amnistía y Junts
- Un examen para Pedro Sánchez
- Movilización para la Convención
La proximidad de las elecciones gallegas va a convertir al territorio en un verdadero campo de batalla entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Moncloa se ha propuesto inflar mediáticamente la crisis de los ‘pellets’, que ha comenzado a comparar con el desastre del Prestige, para arremeter contra el Gobierno del popular Alfonso Rueda a un mes de las elecciones regionales.
Hay que recordar que, en noviembre de 2002, el pesquero Prestige se hundió frente a las costas de Galicia, causando una enorme catástrofe ecológica. El naufragio fue el preludio de una serie de reveses políticos que influyeron en la derrota de Mariano Rajoy frente a José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. No es posible cuantificar cuánto influyó en el voto, después de lo ocurrido el 11-M, pero la suerte empezó a cambiar desde entonces.
El PSOE, en aquel momento en la oposición, realizó una de las mayores movilizaciones políticas de los últimos años contra el Gobierno de José María Aznar. Primero, por no haber evitado el hundimiento del barco y, segundo, porque Aznar y sus ministros no estuvieran en el lugar mismo de los hechos dirigiendo la operación de rescate del barco.
Ahora, a poco más de un mes de las elecciones autonómicas en Galicia, Moncloa y Ferraz buscan alimentar, aprovechando la llegada a las playas gallegas de los microplásticos procedentes de un contenedor varado en las costas portuguesas, una crisis ecológica de la que responsabilizar directamente a la Xunta y, por ende, al PP.
Desembarco de Pedro Sánchez
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a La Moncloa, el equipo de Pedro Sánchez ha comenzado a diseñar el desembarco inminente del presidente del Gobierno en las playas gallegas afectadas para provocar una movilización política equiparable a la que montó Zapatero con el Prestige y el chapapote.
La operación se está diseñando al milímetro y Sánchez busca hacerse la foto en Galicia antes que Alberto Núñez Feijóo, que hasta hace año y medio era el presidente de la Xunta.
Nacionalizar la campaña autonómica
La imagen que se dibuja en Moncloa es clara: el candidato del PSOE a la Xunta, José Manuel Besteiro y varios ministros socialistas, con Sánchez a la cabeza, arremetiendo sobre el terreno contra la gestión de uno de los principales gobiernos autonómicos del PP.
El objetivo es, de paso, ‘nacionalizar’ la campaña de las autonómicas. En Ferraz reconocen en privado que solo si logran llevar al ámbito estatal los asuntos de confrontación tienen alguna opción de remontar en las encuestas e intentar superar a la izquierda del BNG que, en estos momentos, según la mayoría de los sondeos, volverá a ser la segunda fuerza del Parlamento gallego.
Que no se hable de la amnistía y Junts
En Moncloa tampoco se pasa por alto que las elecciones en Galicia serán las primeras que se celebren tras el registro de la ley de amnistía en el Congreso, la concesión estrella de Pedro Sánchez y el PSOE a los independentistas catalanes por revalidar el Gobierno.
La medida de gracia, según casi todos los sondeos, cuenta con el rechazo de una importante mayoría de españoles pese a los esfuerzos del Ejecutivo por vender sus bondades.
Un examen para Pedro Sánchez
En Ferraz nadie rehúye la idea de la complejidad que entrañan unas autonómicas en Galicia, feudo histórico del Partido Popular. Hay que destacar que el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha logrado hasta cuatro mayorías absolutas consecutivas.
Sin embargo, los actores han cambiado y el perfil de Alfonso Rueda, sucesor de Feijóo, carece del arraigo de su predecesor. Pero sí cuenta con la potencia del motor PP en la región. En la dirección del PSOE ven al candidato popular más vulnerable, máxime si se alimenta la crisis de los pellets en la región, como pretende Moncloa.
En el equipo del presidente asumen que un batacazo del PSOE afectaría directamente a Sánchez. Una rotunda mayoría absoluta del PP dejaría tocado al partido. Y entonces será casi imposible que en Ferraz no se haga la lectura en clave interna de que la amnistía ha castigado al PSOE. En ese escenario, los nervios crecerían con las elecciones vascas, europeas y catalanas a la vuelta de la esquina.
Movilización para la Convención
Por ello, el PSOE ha decidido tomarse muy en serio las elecciones gallegas y ha convocado una convención de marcado carácter político para el fin de semana del 19 al 21 de enero en La Coruña, a tan sólo dos semanas del arranque oficial de la campaña electoral.
Un cónclave que, tal y como afirman a ECD fuentes de la Ejecutiva Federal, servirá no sólo como rampa de lanzamiento para la candidatura de José Manuel Besteiro, sino que también se acometerá “una pequeña remodelación” en la estructura orgánica del partido.
Lo confirmó el propio Santos Cerdán el pasado lunes, justificando que el PSOE aún sigue sin portavoz tras el nombramiento de Pilar Alegría como ministra portavoz en lugar de Isabel Rodríguez.
