El PP gallego espera una oposición “a la gresca” entre En Marea, PSdG y BNG
Los populares tienen presente que en la pasada legislatura el grupo parlamentario de Alternativa Galega de Esquerdas perdió dos de sus siete diputados, que pasaron al Mixto
Los votantes gallegos dieron en las elecciones autonómicas del pasado 25 de septiembre otra mayoría al Partido Popular por la que Alberto Núñez Feijóo podrá seguir presidiendo la Xunta de forma cómoda. Lo que cambió fue el equilibrio de fuerzas entre la oposición de izquierdas, que a su vez sufre algunas tensiones internas.
En los comicios del 25-S el PP consiguió retener los 41 diputados que ya tenía desde 2012, aunque aumentó en votos y en porcentaje de sufragios.
Sin embargo, en los bancos de la oposición en el Parlamento de Galicia sí se van a notar más cambios. En la anterior legislatura autonómica los socialistas contaban con 18 diputados, seguidos de Alternativa Galega de Esquerdas -que unía a Izquierda Unida con la Anova de Xosé Manuel Beiras- con 9 escaños y el Bloque Nacionalista Galego con 7.
Ahora la oposición no tendrá una fuerza que lidere con claridad, ya que la confluencia de izquierdas En Marea de Podemos, IU y Anova empató a 14 escaños con el PSdG, mientras que el BNG perdió un diputado hasta los 6.
Fuentes del PP gallego consultadas por El Confidencial Autonómico explican que en el partido de Núñez Feijóo no han perdido de vista los resultado de la oposición y la situación interna de cada formación: todo ello les hace prever que, más allá de los ataques al gobierno de la Xunta, los partidos de izquierda estarán “a la gresca”, envueltos en sus propias “peleas” internas.
Los roces entre PSOE y Podemos
Los populares están convencidos de que ese “sorpasso” a medias conseguido por En Marea sobre el PSOE gallego -en votos sí, en escaños no- provocará la competencia entre ambos grupos parlamentarios por ver quién se hace con las riendas de la crítica a Feijóo. Todo ello en el contexto de los roces que PSOE y Podemos tienen ya a nivel nacional.
Pero, además, prevén que dentro de los propios partidos de izquierdas se pueden reproducir en los próximos cuatro años las divisiones que se han vivido en las respectivas candidaturas de En Marea y PSdG en la pasada campaña electoral.
Recuerdan, por ejemplo, que la dirección federal del PSOE y la gestora de Pilar Cancela que dirige el partido en Galicia cambiaron las listas propuestas por los comités provinciales de Pontevedra y Orense para colocar a más afines a ellos y al candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga.
Eso provocó, por ejemplo, las iras del influyente Abel Caballero, que con su dominio absoluto en Vigo retiene la alcaldía más importante de toda España para el PSOE. También en Orense hubo reacciones internas contra el cambio en sus listas, por lo que los populares creen que en los próximos tiempos los socialistas estarán más “liados” en sus cuestiones internas que en la oposición a Feijóo.
Por parte de En Marea, fuentes del PP gallego consideran muy factible que se repita el caso de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE). Ese primer experimento de “confluencia de izquierdas” perdió a lo largo de la pasada legislatura 2012-2016 dos de los siete diputados.
Consuelo Martínez, de Anova, dejó el partido de Beiras para pasar al Grupo Mixto por estar disconforme con el pacto con Esquerda Unida. Carmen Iglesias ya había abandonado AGE era de Esquerda Unida y se negó a dejar el escaño para dejar su puesto a una integrante de Anova.
Dirigentes del PP de Galicia destacan que ven probable que en el grupo parlamentario de En Marea ocurra eso mismo, ya que de nuevo integra a miembros de partidos diversos como Podemos, Anova, Esquerda Unida... y cuyo proceso de elección y elaboración de listas no estuvo exento de polémicas.
