Feijóo se deshace de 82 coches oficiales y los cambia por 58 vehículos para la Presidencia. La Xunta se defiende: Mantener el nuevo parque móvil cuesta la mitad que con Touriño
Los vehículos oficiales del bipartito de Toruiño y Anxo Quintana se convirtieron en caballo de batalla electoral en la campaña de las autonómicas gallegas. Feijóo se comprometió a deshacerse de ellos, y tras varios intentos fallidos, lo ha conseguido. La Xunta permutará los 82 coches oficiales que tiene en San Caetano por 58 nuevos, además de un pago superior al millón de euros. La Xunta defiende que el nuevo parque móvil gasta la mitad en mantenimiento que el del anterior gobierno. Los modelos serán de la marca 'preferida' de la Xunta, Citröen. El gobierno de Feijóo quiere así "respaldar la industria local". Este anuncio coincide con la concesión de unas ayudas cercanas a los 40 millones de euros a la fábrica que la marca francesa tiene en Vigo. En un principio, el trueque de los 82 vehículos -Audis, Land Rover, Wolkswagen y Citröen- se hará con el concesionario 'oficioso' de la Xunta, Noyamovil. SL, en las afueras de Santiago de Compostela. Este mismo concesionario fue el que le vendió a Feijóo el A-6 oficial que tiene a su disposición el actual presidente gallego. Los nuevos vehículos serán "más eficientes energéticamente y contaminarán menos". Su potencia, tal y como aseguran desde la Xunta de Galicia, será "manifiestamente menor". Sin embargo el asunto amenaza con convertirse en un escándalo para el Ejecutivo de Feijóo, como ya ocurrió cuando se subastó el Audi A-8 blindado y 'tuneado' de Touriño, con dos años de antigüedad, por un importe 200.000 euros menor que el coste original. Además de entregar 82 vehículos oficiales, la Xunta deberá desembolsar más de un millón de euros por los nuevos coches. La Xunta, por su parte, defiende que el coste de mantenimiento de la nueva flota se reducirá a la mitad. Datos ofrecidos a El Confidencial Autonómico por fuentes del gobierno gallego apuntan que el gasto que genera el Citröen de Feijóo es "casi cuatro veces menor que el de los Audis de Touriño".
