“A favor de España. El coste de la ruptura”

Las exportaciones e importaciones de una Cataluña independiente al resto de España se hundirían del 61% del PIB autonómico al 13%

Un estudio de la fundación de UPyD indica que la secesión provocaría un retroceso de la economía catalana del 3%, y del 13% en el caso del País Vasco

Portada del libro "A favor de España"; y acto de presentación, con Rosa Díaz y Ramón Marcos.
Portada del libro "A favor de España"; y acto de presentación, con Rosa Díaz y Ramón Marcos.

En el debate sobre una posible independencia de Cataluña se esgrimen argumentos políticos, históricos, incluso sentimentales, pero también, y muy principalmente, económicos. Todos estos ámbitos aborda el renovado estudio de la Fundación Progreso y Democracia sobre los costes de la secesión de una parte del territorio de España.

“A favor de España. El coste de la ruptura” recopila varios artículos de expertos en distintas disciplinas y de miembros y dirigentes de UPyD. Se trata de un libro que, según proclaman sus autores, pretende llenar un vacío frente a “la estrategia de fabricación de un potente discurso nacionalista”.

Tras abordar las cuestiones políticas, históricas y del derecho que unen a Cataluña y al País Vasco al conjunto de España, esta obra colectiva entra a analizar directamente “los costes de romper España”: económicos, institucionales, psicosociales, lingúísticos y culturales.

El aspecto económico está siendo uno de los más utilizados tanto por los partidarios de la independencia de Cataluña -que argumentan que con la secesión los catalanes se liberarían de la carga del déficit fiscal- como por quienes la rechazan -que alertan de los perjuicios que sufriría Cataluña si se separara del resto de España.

Acercan de este asunto escribe el profesor de la Universidad de Edimburgo, el catalán José Vicente Rodríguez Mora, que junto con David Comerford ha elaborado un estudio sobre las consecuencias económicas que conllevarían las hipotéticas independencias del País Vasco y de Cataluña.

España, principal socio comercial de Cataluña y País Vasco

En este artículo, Rodríguez Mora maneja distintas hipótesis sobre las relaciones comerciales que mantendrían una parte de España segregada con respecto al resto del país.

El profesor de Macroeconomía y Política Económica explica que “la relación económica entre Cataluña o el País Vasco con el resto de España es enormemente más íntima que la que tienen cualquier par de países de la Unión Europea entre ellos. De hecho, “el resto de España es el principal socio comercial de ambas comunidades. Cataluña concentra muchísimo su comercio con el resto de España, y el País Vasco incluso más”.

Por eso, incluso en el escenario más optimista para los partidarios de la independencia -que, por ejemplo, una Cataluña independiente se mantendría en la Unión Europea y en el mercado común, sin levantar aranceles con el resto de España- aumentarían las fricciones al comercio (que incluyen no sólo aranceles, sino también las diferencias de regulaciones, de gustos sociales, etc.) al menos al nivel que actualmente tienen España y Portugal, dos países comunitarios, vecinos y amigos.

Desplome de las transacciones

En este escenario hipotético, según el artículo de José Vicente Rodríguez Mora consultado por ECA, Cataluña se cerraría comercialmente a España y se abriría más al resto del mundo. Con una frontera como la hispano-lusa, el grado de apertura -es decir, la suma de exportaciones e importaciones entre dos países- entre una Cataluña independiente y lo que quedara de España se desplomaría desde el 61% del PIB de la actual comunidad autónoma a un 13%.

Esta fuerte caída de las transacciones comerciales -debido al “efecto frontera” producido por la secesión- provocaría un retroceso de la producción en Cataluña, y como consecuencia, un aumento de las exportaciones al resto del mundo por la devaluación salarial. Sin embargo, el aumento del grado de apertura con otros países (que el estudio de este libro de UPyD fija desde el 66% al 83% del PIB catalán) no compensaría el perjuicio causado en las relaciones comerciales con otros territorios de España.

 

Y es que numerosos estudios muestran cómo las relaciones económicas y comerciales entre dos regiones de un mismo país son mucho más estrechas que entre dos estados independientes. Rodríguez Mora calcula que el flujo comercial de Cataluña con el resto de España es 5,25 veces mayor antes de una hipotética independencia que después; en el caso del País Vasco es 3,77 veces mayor.

Perjuicio para la economía del conjunto de España

Estos datos comerciales, por el mero hecho de que una parte de España se separara (sin contar el coste de crear estructuras de estado, suponiendo que Cataluña o el País Vasco independientes se mantuvieran en la UE, y eliminando las transferencias de renta que pueda haber actualmente al resto de España) provocaría un importante retroceso en el Producto Interior Bruto, tanto en las regiones independizadas como en el resto.

En el caso de una secesión de Cataluña, el PIB del conjunto caería más de un 3,3%: Cataluña perdería más de un 3,5%, y el resto de España algo menos. La economía del País Vasco sufriría más aún, ya que su Producto Interior Bruto experimentaría un descenso de más de un 13%, mientras que el resto de España sólo retrocedería un 0,65%, debido a que el tamaño de la economía vasca es menor en el conjunto de España que lo que representa la economía catalana.

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