El tripartito valenciano acusa el degaste ante las próximas autonómicas: empate técnico entre bloques

Los casos de Mónica Oltra y la familia de Ximo Puig lastran las perspectivas del PSPV y Compromís y las encuestas comienzan a apuntar a un vuelco electoral

Ximo Puig y Mónica Oltra, en Les Corts
Ximo Puig y Mónica Oltra, en Les Corts

Las elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana serán, previsiblemente y según ha sabido El Confidencial Autonómico, el 28 de mayo de 2023, que Ximo Puig hará coincidir con las elecciones locales.

En las últimas elecciones, las de 2019, el tripartito de izquierdas obtuvo 52 diputados (PSPV-Compromís-Unidas Podemos), y el tripartito de centro-derecha (PP-Ciudadanos-Vox) 47. Por tanto, ya estuvo cerca el “relevo”, pues la mayoría absoluta son 50 diputados. Pero es que en el Ayuntamiento de Valencia se estuvo a un acta del relevo. 

Faltando trece meses para las elecciones, las encuestas señalan un empate técnico, y puede seguir gobernando el actual tripartito de izquierdas en 2023, o bien puede haber un relevo de PP-Vox-Ciudadanos (o de PP-Vox, si Ciudadanos no obtiene representación parlamentaria).  El efecto Núñez Feijóo también  preocupa, pero sobre todo el propio desgaste del actual tripartito, que puede llevar a Carlos Mazón (PP) a presidir la Generalitat, en vez de Ximo Puig.

El caso Oltra y el del hermano de Ximo Puig

Los casos judiciales abiertos son motivo de honda preocupación en el Consell, y a la cabeza de ellos el denominado ‘caso Oltra’, en que se está juzgando a la Consellería que dirige por encubrir los abusos sexuales de su exmarido, y el juez ha pedido que el  Tribunal  Superior de Justicia de la Comunidad Valencia impute a la propia Mónica Oltra, consellera, vicepresidenta primera de la Generalitat y portavoz.

Aunque Oltra ha dicho que se trata de una cacería o conspiración política de la ultraderecha y de Francisco Camps – que éste ha desmentido expresamente – y que no piensa dimitir aunque se le impute, preocupa y mucho esa hipótesis, por el desgaste que puede suponer cara a las elecciones autonómicas de 2023.

Otro tanto cabe decir del posible fraude de subvenciones relacionado con las empresas del hermano del presidente de la Generalitat, Francis Puig, que recibió subvenciones de diversos gobiernos autonómicos y sobre el que ahora se van desvelando contrataciones y gastos de familiares de Ximo Puig.

Economía maltrecha

La crisis económica a causa de la pandemia se ha agravado ahora con la invasión rusa en Ucrania, con una crisis energética y económica de carácter mundial que afecta, y mucho, a la Comunidad Valenciana, que es la primera comunidad autonómica por endeudamiento respecto a su PIB.

El turismo representa más del 15% del PIB valenciano, pero no logra con estas circunstancias recuperarse. Para “colmo” de los empresarios turísticos, el actual tripartito insiste en querer aprobar una tasa turística, por la insistencia de Compromís y Unidas Podemos, y con la oposición generalizada de los empresarios. El PP está del lado de los empresarios y trabajadores del sector, que consideran que es un “impuesto ideológico y sectario, que va en contra de los intereses turísticos valencianos”.

La Copa América se ha ido a Barcelona, por la “desidia del Gobierno valenciano, escudándose en que no era necesario para Valencia y no estaba claro el retorno económico, pero eso son excusas ante una dejadez que nos ha dolido a los empresarios, muy probablemente para favorecer a Barcelona por razones inconfesables”, manifiestan a ECA. 

 

“La cita náutica ha sido una ocasión perdida, cuando hay tanto desempleo en Valencia y hubiera sido un refuerzo para nuestra marca turística”. 

En el actual Consell preocupa “el voto obrero, que con la huelga del transporte y la dejadez para acoger grandes acontecimientos económicos y laborales puede decantarse hacia partidos de derecha en 2023, dando una oportunidad a una hipotética mejor gestión económica de la derecha”, señalan a este digital.

Desgaste de Unidas Podemos

Precupa también en el actual Consell el desgaste estatal y autonómico de Unidas Podemos, que si bien puede beneficiar a PSPV y Compromís también puede originar un trasvase de votos que impida continuar con un gobierno tripartito de izquierdas.

El desgaste estatal de la marca Podemos es creciente. Por ello, Ximo Puig no querrá hacer coincidir las elecciones autonómicas y locales en la Comunidad Valenciana con las elecciones generales, a diferencia de lo que hizo en 2019.

Valencia-ciudad

En 2019 los partidos de derechas se quedaron a un concejal de gobernar en el ayuntamiento de Valencia. Siguió de alcalde Joan Ribó (Compromís), que por ahora no ha confirmado que se vaya a presentar en 2023. “Entre otras cosas, está valorando su edad,  pues ya tiene 74 años”.

Ante la indefinición actual de Ribó, la socialista Sandra Gómez, vicealcaldesa (36 años) ya ha confirmado que se presentará para ser alcaldesa y que ella sí tiene “determinación para dirigir el ayuntamiento de la ciudad”. Hay tensión entre socialistas y Compromís.

María José Catalá (PP) es la actual portavoz ‘popular’ en el ayuntamiento. Además de secretaria general del partido en la comunidad autónoma y portavoz en Les Corts, está llevando a cabo una oposición “muy rigurosa y amplia en materia municipal, con experiencia de gobierno y tirón electoral”.

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