Un pueblo de Alicante se vuelca con La Palma y envía ropa y mantas a los afectados por el volcán

"¡En catástrofes así es necesario el apoyo de todos!", reza el cartel diseñado por el Ayuntamiento de Callosa de Segura, un pueblo de 18.000 habitantes en la provincia de Alicante que se ha volcado en ayudar de una manera desinteresada a las familias afectadas en La Palma por la devastación del volcán, que duró tres largos meses.

Ilustra el cartel un dibujo de un volcán despidiendo lava, humo y cenizas. El Cumbre Vieja se apagó definitivamente el pasado 25 de diciembre, el día de Navidad, 85 días después del inicio de la erupción, el 15 de septiembre, en la isla canaria. Descansando del foco mediático que atrajo las miradas de toda España y todo el mundo hacia La Palma, los palmeros están ahora centrados en reconstruir sus dominios.

Para reparar los daños causados por la erupción, las ayudas públicas -unos 227 millones de euros, según el último recuento del Gobierno de Canarias- son, por el momento, insuficientes, como critican los propios palmeros. Aun así, en el resto de las islas y en la península ha surgido una oleada de solidaridad para acelerar la reconstrucción de La Palma. Cada ciudadano ha podido y puede aún poner su granito de arena.

Iniciativas como la de Callosa demuestran el compromiso con los palmeros pese a la distancia que les separa a unos de otros: 2.000 kilómetros, el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. La corporación municipal se involucró y los vecinos han respondido. Con el cartel, el Ayuntamiento animaba a donar ropa, zapatos, mantas, toallas y artículos de higiene. Los callosinos han estado a la altura.

Fuentes del consistorio comunican que han recogido hasta 40 paquetes con productos que van a mandar a La Palma. Además, Confidencial Digital ha podido saber que el Ayuntamiento ha contratado para ello los servicios de la empresa pública Correos y destinará 1.136 euros para hacer llegar a la 'isla bonita' los enseres donados por los vecinos.