La diputación de Castellón pone en marcha un centro pionero para impulsar el emprendimiento rural
El objetivo de la provincia y del Ministerio de Transición Ecológica es promover el desarrollo económico del interior de la región
La provincia de Castellón (600.000 habitantes) tiene un notable contraste entre la zona costera, muy poblada y con notable actividad industrial y empresarial, y el interior, con un grave problema de despoblación.
De hecho, de los 135 municipios que tiene la provincia varios de ellos presentan algunos de los índices más preocupantes de despoblación, envejecimiento y hasta de “supervivencia” de los centros escolares.
Proyecto piloto del Gobierno central y de la Diputación
Teniendo en cuenta estas circunstancias, el Gobierno central, junto con la Diputación de Castellón, van a poner en marcha el Centro de Innovación Territorial de Castellón, para “integrar a administraciones, empresas y emprendedores en el diseño de proyectos que impulsen el desarrollo económico del interior de la provincia”, según han destacado fuentes de la Diputación de Castellón a El Confidencial Autonómico.
Este Centro es fruto del acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, al frente del cual está la también vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera, que ayer se trasladó a Castellón.
La ministra destacó que se trata de un “proyecto piloto para identificar una estrategia de trabajo y que pueda después ser exportable a otras regiones”.
“Las zonas rurales han de ser capaces de generar riqueza”
En el acto de presentación de esta iniciativa, el presidente de la Diputación, José Martí, subrayó que “urge trabajar en iniciativas frente al reto demográfico, fomentando el emprendimiento en las zonas más afectadas por la despoblación, y desarrollar el conocimiento y ser capaces de generar riqueza”.
Una actuación similar al del Centro de Innovación Territorial de Castellón es el HèPic, el primer ‘hub’ de innovación rural para la diversificación económica en zonas de montaña que se desarrolla en el Valle de Arán, en Lérida, donde ya se trabaja en propuestas como un simulador para formar equipos de rescates en montaña, diversos proyectos tecnológicos y de diseño y creación de ‘apps’, y un sistema de sustitución de energías fósiles por renovables autóctonas.
