En la provincia de Castellón se han triplicado

Las agresiones de hijos a padres se duplican en la Comunidad Valenciana en cinco años

Las víctimas son sobre todo madres de clase media alta. Sólo uno de cada ocho progenitores se atreve a denunciar

La violencia de hijos contra padres ha aumentando en un 2.000% en el período 2000-2015. En los últimos cinco años, la Comunidad Valenciana ha experimentado un aumento más que preocupante, pues se ha doblado el número de casos.


Según pudo saber este diario, el caso más alarmate se registra en Castellón. Allí se ha triplicado los datos de este tipo de maltrato. Se ha pasado de 28 denuncias a las 79 registradas en 2014. “Y las cifras siguen en aumento en 2015”, según confirman fuentes de la Fiscalía de Castellón.

El dato es más preocupante todavía si se tiene en cuenta que los expertos admiten que “sólo uno de cada ocho padres se atreve a denunciar, por ignorancia, sentimiento de culpa o vergüenza”, afirma a El Confidencial Autonómico Alberto López, director del centro de menores Pi Gros de Castellón.

El maltrato de hijos a padres –insultos, agresiones psíquicas o físicas, etc.- ha aumentado en los últimos dos años de modo muy preocupante también en Navarra (un 52%), Asturias (un 45%) y Aragón (un 23%).

La agresiones son, sobre todo, a las madres, y es más frecuente en clases medias altas”, señalan fuentes próximas al proceso. Además, subrayan que “aunque los menores denunciados suelen tener 14 años o más, este tipo de menores suele ser violento desde los 8 ó 9 años”, por lo que Alberto López insiste en “detectar pronto esos casos y actuar desde los inicios, tanto ayudando a los menores como a sus padres”.

Causas: conflictos matrimoniales, permisivismo y hedonismo

Como señala a ECA la trabajadora social Grisel Rodríguez, con amplia experiencia en menores, “hay que ser valientes al detectar las causas, y reflejarlo en las estadísticas, pues influye mucho la falta de estabilidad matrimonial, los conflictos matrimoniales y la falta de afecto educativo de los padres”.

Los menores conflictivos y agresivos suelen reflejar conflictos y carencias de sus padres, y cuando se señala la ausencia de conciencia y de responsabilidad en los hijos violentos hay que mirar también previamente a los padres”, señala Rodríguez, que pide “dar a conocer los casos de hijos extramatrimoniales, padres no casados, divorciados y separados, para que haya una profunda reflexión sin miedo a las conclusiones”.

Diversos expertos consultados por este digital destacan como causas “la tiranía de los hijos, educados con una ausencia de conciencia y de culpa, que les lleva a ser permisivos y hedonistas, en lo que venimos calificando como síndrome del emperador o hijos tiranos”.

El psicólogo valenciano Daniel Martín Gumersindo apunta a que la causa es “el déficit educativo, que abarca tanto la dejadez permisiva como el excesivo rigorismo”, y la psicóloga María José Ridaura confirma que “los niños pasan mucho tiempo solos y, en general, se les consiente y se les sobreprotege”.

Romper el silencio

Según Alberto López a este digital, “el problema es que no se denuncia, algo que se entiende porque para los padres es duro por el sentimiento de vergüenza y culpabilidad que arrastran”, de manera que “estimamos que sólo uno de cada ocho padres se atreve a denunciar”.

 

López destaca la posible “culpa” de los padres, pero anima a dar el paso de denunciar, para “acometer medidas en el menor y en los padres, que muchas veces pasa por inculcar en todos la cultura del esfuerzo”, a la vez que señala que “cada vez son más los casos de menores que se reinsertan, aunque para ello es preciso una rápida intervención y que los padres denuncien tras las primeras agresiones, sean verbales o físicas”.


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