Dirigentes del PP valenciano alertan a Fabra: el apoyo de Zaplana tiene contraprestaciones

El ex ministro maniobra para salvaguardar a los salpicados por corrupción cercanos a él de la “limpia” del líder autonómico

De izquierda a derecha, Ignacio González, Alberto Fabra y Eduardo Zaplana, en el Club Siglo XXI.
Alberto Fabra y Eduardo Zaplana, en el Club Siglo XXI de Madrid.

Desde hace meses, Eduardo Zaplana se está acercando a Alberto Fabra con el beneplácito de Mariano Rajoy. El ex ministro de Trabajo está mostrando en público y en privado su apoyo al actual presidente de la Comunidad Valenciana, lo que le sirve a Fabra para consolidarse dentro del partido. Sin embargo, destacados dirigentes de la organización regional están en alerta ante lo que consideran una estrategia de Zaplana para ganar influencia en el PP valenciano.

Invitado por el Club Rotary de Alicante, Eduardo Zaplana pronunció una conferencia el pasado martes. Alabó la política de Alberto Fabra y arremetió contra la “herencia” recibida de Francisco Camps, sobre todo en lo relativo a la crisis económica y financiera en la Comunidad Valenciana y la corrupción en los cargos políticos.

Esta nueva muestra de apoyo al actual presidente regional se produce tras varios meses de acercamientos de Zaplana a Fabra. Un dirigente del PP valenciano asegura a El Confidencial Autonómico que “las palabras de Zaplana en Alicante ya son más que un gesto, es un certificado en toda regla de apoyo a Alberto Fabra y un acta de defunción para los campistas”.

Zaplana aludió a que Fabra había recibido una herencia “endiablada”, y que hasta que él –Eduardo Zaplana- fue presidente de la Generalitat en 2002 –luego ocupó la cartera ministerial de Trabajo y la portavocía del Gobierno con Aznar- la situación fue muy distinta, tanto en lo económico como en la corrupción política, que atribuyó a los años de Francisco Camps en el Palau, desde 2003 a 2011.

El peso político de Zaplana sigue vivo

Eduardo Zaplana sigue contando con mucha fuerza en Génova, en Moncloa y, de modo muy particular, en la provincia de Alicante: de alcalde de Benidorm pasó a presidir la Generalitat, en 1995.

En cuanto a Alberto Fabra, ante la crisis de liderazgo en Valencia y Alicante, ha ido manteniendo contactos con Zaplana de diversa índole e incluso le ha consultado diversas decisiones, en frecuentes viajes a Valencia, según ha podido confirmar ECA. Uno de esos asuntos fue el cierre de Canal 9, sobre el que Zaplana apostilló el martes que “era imposible” hacer otra cosa, a la vez que aludió que no se debía a sus años como presidente de la Generalitat, sino a los años posteriores.

Como afirma un líder popular cercano a Fabra, “Zaplana no da puntada sin hilo, y su venganza política contra Camps – que fue elegido por el propio Zaplana para sustituirle en el Palau, pero con continuos enfrentamientos tras llegar al poder Camps- va acompañada de un apoyo a Fabra, que hace recuperar peso político a Zaplana en la Comunidad”.

Zaplana maniobra para ganar influencia

Zaplana, calificado por muchos como un “maestro de ajedrez” de la política, ha descartado volver al primer plano político de la Comunidad Valenciana, teniendo en cuenta su excelente posición actual como directivo de Telefónica.

Sin embargo, la capacidad de Zaplana para maniobrar y negociar es muy conocida, así como su deseo de “controlar y tener peso en decisiones importantes del partido en la Comunidad Valenciana, que pasa por colocar o mantener a personas de su plena confianza”, afirma un líder del PP.

Por eso, según ha sabido El Confidencial Autonómico, destacados dirigentes del Partido Popular de la Comunidad Valenciana están avisando a Alberto Fabra de que el apoyo explícito que está recibiendo del ex ministro de Aznar no es “gratis”, sino que detrás vendrán las contraprestaciones que exigirá Zaplana por ayudar a consolidar el liderazgo del actual presidente -al que, además, por ahora se contempla como único posible candidato en las próximas elecciones autonómicas.

 

El zaplanista Ripoll se salva de la criba

Fuentes del PP valenciano aseguran que “se agradece al apoyo de Zaplana en estos momentos, pero sabemos que a medio plazo aspira a más, y es un político mucho más hábil y estratégico que Fabra, que está gobernando de sobresalto en sobresalto, achicando agua continuamente”.

Algún líder del PP alerta de que la política contra la corrupción que ha empleado Alberto Fabra ya ha tenido algunas llamativas excepciones con líderes vinculados a Eduardo Zaplana, y el caso más llamativo es el de José Joaquín Ripoll, presidente del Puerto de Alicante, que sigue en el cargo pese a estar imputado. “Para él no hay línea roja”, comenta un líder del PP a El Confidencial Autonómico.

Ripoll fue vicepresidente del Consell, “mano derecha” de Zaplana, presidente del PP de la provincia de Alicante y presidente de la Diputación. Camps hizo todo lo posible por quitarle el control de la provincia, y la salida fue nombrarle presidente del Puerto de Alicante.

“Camps está amortizado políticamente, pero Zaplana en absoluto, y habrá que estar atento a sus movimientos”, dice un líder popular cercano a Fabra, que incluso aventura que, “si Fabra no se consolida, Zaplana puede capitanear la operación recambio” tras una posible derrota electoral en 2015.

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