Así es el pacto entre socialistas valencianos y Compromís si ganan en 2015: la presidencia de la Generalitat, para Ximo Puig, y los principales Ayuntamientos, para los nacionalistas

Las ambiciones de la izquierda valenciana de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2015 les han llevado a tejer los mimbres de una hipotética coalición de Gobierno. El acuerdo al que han llegado PSPV y Compromís en caso de sumar los votos suficientes pasa por que la Generalitat quedase en manos socialistas y los grandes Ayuntamientos –incluidas las tres capitales de provincia–, serían gestionados por Compromís.

Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, la principal inquietud de Ximo Puig, secretario general del PSPV, es ser presidente de la Generalitat.

Para conseguirlo, se ha mostrado dispuesto a ceder a los nacionalistas la alcaldía de las principales ciudades, incluidas las de Valencia, Castellón y Alicante, y otras en las que pudiera construirse un tripartito (Elche, Ontinyent, Torrent, Villarreal,...).

La principal duda de este pacto tiene que ver con la ciudad de Valencia. Desde dentro, algunos ven “excesivo” ceder la alcaldía a Compromís si el PSPV obtiene más concejales en esa ciudad. Por su parte, Compromís ya se ha puesto de acuerdo con UPyD para gobernar el Ayuntamiento de la capital del Turia llegado el caso.

El diputado Puig, que fue jefe de gabinete del socialista Joan Lerma, aspira a volver al Palau de la Generalitat para ejercer de ‘president’. Todavía falta más de año y medio para las elecciones de mayo de 2015, pero el hipotético tripartito ya ha pactado un ‘reparto’.

Pactos postelectorales

De acuerdo con lo averiguado por ECA, la condición primordial que ha impuesto Puig a cambio de dar un peso muy considerable a Compromís es que este partido, al que algunos acusan de ‘pancatalanista’, le apoye incondicionalmente para llegar a la presidencia de la Generalitat.

La fuerza de Compromís se basa en los sondeos, que le otorgan un número de votos y representantes muy similar a los socialistas. La previsión, de hecho, es que el PSPV sufra un fuerte descenso de votos en beneficio de Compromís y, en menor medida, Esquerra Unida.

La izquierda valenciana ha valorado que una coalición preelectoral iría en perjuicio de los tres partidos de izquierdas, de forma que el ‘reparto del pastel’ político se llevaría a cabo en acuerdos tras las elecciones de 2015.

Las maniobras internas del PSPV

 

Las aspiraciones de Ximo Puig para ser el sucesor de Alberto Fabra en el Palau de la Generalitat le han llevado, entre otras cosas, a elaborar un ‘libro blanco’ con las necesidades y proyectos de cada una de las comarcas valencianas.

Sin embargo, se ha encontrado con la oposición de otros miembros significados del PSPV, que observan con preocupación el mencionado pacto con Compromís. Esta corriente socialista está alineada con Francesc Romeu, portavoz de los socialistas en las Cortes Valencianas, y no ve conveniente ese tipo de cesiones al partido nacionalista.

Los reticentes a este pacto argumentan que la experiencia en otras comunidades autónomas que han sido gobernadas por “tripartitos o pentapartitos”, dicen, “han sido gobiernos poco duraderos, de una legislatura o, como mucho, dos legislaturas”. Sin embargo, en los Ayuntamientos este tipo de coaliciones pueden mantenerse “más legislaturas”, igual que sucede “en las Diputaciones provinciales”.

Este pacto entre el PSPV y Compromís sólo podría modificarse si, en las elecciones primarias de los socialistas, el elegido fuese Frances Romeu, que se presenta como el eje para una renovación política en el partido. Si triunfa Ximo Puig, en lo que sería una apuesta continuista, el pacto no sufrirá alteraciones.

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