Dos agentes tuvieron que huir y su coche fue apedreado

Los policías nacionales evitan patrullar por el barrio de Melilla en el que fueron atacados

Aseguran que la Cañada de Hidum “no está hecha” para hacer rondas de vigilancia con los coches. Sólo acuden cuando reciben alguna llamada de aviso

Coche de la Policía Nacional apedreado en La Cañada de Hidum, en Melilla.
Coche de la Policía Nacional apedreado en La Cañada de Hidum, en Melilla.

La Cañada de Hidum es uno de los barrios más deprimidos de Melilla, pero también uno de los más peligrosos para las Fuerzas de Seguridad. Una pareja de agentes de la Policía Nacional sufrió hace unos días una agresión a pedradas cuando acudió a atender una denuncia por robo: una situación que ya ha dejado de ser una novedad para los policías.

El último suceso ocurrió el pasado domingo 25 de septiembre por la tarde. Una patrulla de dos agentes del Grupo de Atención al Ciudadano se trasladó al barrio de la Cañada de Hidum tras recibir un aviso por un robo de una moto con arma blanca.

Cuando llegaron a la calle principal de este barrio, uno de los más deprimidos de la ciudad autónoma, los policías sufriendo una auténtica lluvia de piedras desde distintas partes que les obligó a salir del coche y resguardarse hasta que llegaron antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial y policías locales.

El coche quedó destrozado, con los cristales rotos y la carrocería abollada, y lo más grave es que algunos atacantes se llevaron del vehículo elementos de la dotación policial. Una macrooperación policial días después permitió recuperar vestuario de los agentes, un chaleco antibalas, unos grilletes... No ha aparecido, sin embargo, lo más sensible: un escopeta Franchi del calibre 12-70 que llevan los agentes por la amenaza terrorista.

Calles estrechas, pedradas y hasta balazos

Fuentes internas de la Policía Nacional en Melilla destacan, en conversación con El Confidencial Autonómico, que la peligrosidad de este barrio y la animadversión de sus habitantes contra las Fuerzas de Seguridad han provocado que los policías no patrullen por él.

“No es un barrio hecho para patrullar”, explican agentes de la ciudad. Y es los coches de Policía sólo pueden transitar por la calle principal de la Cañada -en la que fueron apedreados-, ya que el resto son estrechas callejuelas de apenas dos o tres metros de ancho por la que es prácticamente imposible pasar con un vehículo.

Las fuentes consultadas explican que siempre que algún coche patrulla acude a esta zona de la ciudad son recibidos a pedradas, botellazos, e incluso alguna vez han recibido tiros de armas al pasar por allí.

Todo ello ha provocado que la Cañada del Hidum sea un lugar poco transitado por las patrullas de seguridad ciudadana de la Policía Nacional en Melilla. Acuden cuando reciben un aviso, un requerimiento como ocurrió hace una semana: “Si llega una llamada de allí, los agentes no nos podemos negar”, explica un policía, aunque añade que muchas veces acuden con reticencias por la amenaza de los vecinos y las bandas violentos que les acosan y agreden continuamente.

 

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