Guardias civiles y policías ven “demasiados obstáculos” en la propuesta del ministro de que trabajen junto a las Fuerzas de Seguridad marroquíes. Se construirán dos comisarías especiales

Los cuerpos de seguridad españoles comenzarán a trabajar con la Gendarmería marroquí y con sus unidades de policía el próximo mes de mayo. Así se anunció tras la reunión de los titulares de Interior español y marroquí el pasado martes.

El plan incluye la creación de dos centros de cooperación especial conjunta, uno en Marruecos –en Tánger- y otro en Algeciras. El objetivo de esta ambiciosa medida es, según Fernández Díaz, "fortalecer y ampliar las acciones de cooperación transfronteriza entre sus respectivos servicios".

En concreto, y según fuentes policiales, este nuevo vínculo colaborativo servirá para ampliar la lucha contra la inmigración ilegal y, sobre todo, el narcotráfico a través de la creación de una “estructura de comunicación permanente entre las fuerzas de seguridad de ambos países”.

Otro de los puntos fundamentales de colaboración será el terrorismo. Marruecos fue el lugar de origen de algunos de los principales implicados en los atentados del 11 de marzo de 2004. Éste es uno de los asuntos que más ampollas está levantando entre los agentes de ambos cuerpos consultados por este confidencial.

A su parecer, la cooperación de las fuerzas de seguridad marroquíes en las tareas de esclarecimiento de los atentados “dejaron mucho que desear” aseguran. Fueron “muchas las trabas que los investigadores encontraron en su trabajo con Marruecos”.

Además, recuerdan los incidentes del verano pasado en la frontera de Ceuta y Melilla, donde se produjeron numerosas manifestaciones que degeneraron en altercados violentos, y tras los que a la Gendarmería marroquí se la acusó de “inoperancia”.

Los “encontronazos históricos”, concluyen, son “muchos y de gravedad como para que ahora trabajemos juntos en la misma mesa”.