Antidisturbios de Málaga y Granada se han desplazado a Melilla ante la amenaza de concentraciones organizadas por Marruecos

Después de declarar Zapatero el estado de alarma en todo el país por la huelga de los controladores aéreos, las autoridades de Melilla han solicitado más presencia policial en la ciudad para garantizar la seguridad durante las movilizaciones pro marroquíes organizadas por el reino alauí. Según publica El Confidencial Digital, los integrantes del llamado Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla convocaron a la población marroquí a dos actos de protesta contra "la ocupación española de la ciudad" y la posición del Congreso en el tema del Sahara, que "muestra una abierta hostilidad hacia nuestra nación". Los impulsores de estos actos colgaron, en la noche del pasado miércoles, banderas de Marruecos en la frontera del reino alauí con Melilla. Además, instalaron carteles y pancartas en las que informan a sus paisanos de la hora del comienzo de la manifestación y el lugar elegido: la Plaza de España. Precisamente en este enclave, un grupo de alborotadores llenaron el suelo de panfletos con el siguiente mensaje: "Fuera el colonialismo español, Melilla es una ciudad marroquí. Todos estamos detrás de su majestad el rey Mohamed VI". Los mismos individuos se fotografiaron con la enseña de su país a pocos metros de la Delegación del Gobierno de Melilla. Vea a continuación estas imágenes. Unidades de antidisturbios procedentes de Málaga y Granada garantizarán la seguridad Ante el anuncio de estas concentraciones, la Delegación del Gobierno ha solicitado la colaboración de las Unidades de Intervención Policial de Granada y Málaga. Según confirman a ECD voces autorizadas de la Policía Nacional, 45 agentes antidisturbios han llegado a la ciudad autónoma para asegurar que no haya ningún tipo de altercado durante la jornada del sábado. Las mismas fuentes, añaden: "Los marroquíes Llevan calentando motores toda la semana y sabemos cómo debemos actuar. Ellos intentarán provocarnos, pero deberemos mantener la calma y no entrar en su juego". Los antecedentes: altavoces en la frontera y el corte del suministro de agua Según cuentan agentes que trabajan en la frontera de Melilla, las presiones marroquíes comenzaron el fin de semana pasado, cuando un grupo de alborotadores instaló, frente al paso fronterizo, cuatro grandes altavoces que estuvieron sonando durante toda la jornada: "Estuvimos escuchando durante más de siete horas cánticos en árabe que no entendíamos. No podíamos retirarlos porque estaban instalados en su territorio y nos hubiésemos buscado un gran problema". Dos días después de ese episodio, el lunes 6, el alcalde de la población fronteriza de Beni Enzar cortó el suministro de agua a Melilla. Tal y como adelantó El Confidencial Digital -vea aquí esta información-, el edil acudió a las instalaciones de bombeo de agua del manantial de Trara y echó a los guardias pagados por la ciudad autónoma. El político marroquí se sirvió de un mazo y una cizalla para romper la puerta de acceso al recinto.

 

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