“Sí ha habido boicot al cava catalán por el debate soberanista”. El presidente de las bodegas Freixenet admite que el sector se ha visto afectado por la tensión con el resto de España

Josep Lluis Bonet, presidente del grupo Freixenet, se ha convertido en uno de los primeros empresarios catalanes dedicados al cava que ha reconocido el "impacto" del boicot a las bodegas de la región. Aunque ha atribuido gran parte de las pérdidas a la "crisis de consumo", Bonet ha indicado que las ventas han descendido debido a la tensión por el debate independentista en Cataluña: asegura que es "dificilísimo" ponderar una cifra, pero hay confianza en una "cierta recuperación".

El boicot al cava catalán, que gran parte del empresariado de la zona evitó cuantificar la pasada campaña de Navidad, sí afectó a las bodegas. Así lo ha manifestado el presidente del grupo Freixenet y del Foro de Marcas Renombradas Españolas, Josep Lluís Bonet, durante un encuentro con la prensa que ha tenido lugar este miércoles en Barcelona.

Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, el empresario ha admitido tanto el “triunfo de las marcas blancas” en el sector, como la importancia del “debate independentista” en las ventas fuera de Cataluña. “Sí ha habido boicot”, ha reconocido ante los periodistas, aunque ha precisado que era “dificilísimo” dar cifras exactas.

Bonet, máximo responsable de Freixenet desde 1999, también ha hecho hincapié en que no existen “incompatibilidades” entre las ‘marcas’ Barcelona, Cataluña, España y Europa. Se ha referido a Barcelona como “la joya de la corona” por su “impacto internacional” y ha afirmado que es “una de las más relevantes en el mundo”.

La coyuntura política que vive ahora mismo Cataluña también influye en las ventas de los fabricantes de la zona. De este modo, Bonet ha declarado que “la incertidumbre es mala” cuando ha sido preguntado por los presupuestos del Gobierno catalán. También ha indicado que hacer “un presupuesto que luego no será aplicable no tiene sentido” y menos si se tiene “la esperanza” de que el objetivo de déficit se relajará.

Las cifras de Freixenet, al margen del boicot, se han resentido dentro del contexto de una “crisis de consumo” que su presidente cree que “pronto se superará”. La multinacional factura una media de 500 millones de euros al año y engloba a más de 60 empresas.

Historia de un boicot

En 2005 fue Josep Lluis Carod-Rovira quien encendió la mecha de un boicot al cava catalán. Su ofensiva contra la candidatura de los Juegos Olímpicos de Madrid para 2012 indignó a gran parte de la ciudadanía. Hoy en día, el motor del rechazo son las aspiraciones secesionistas de ciertos sectores.

Los grandes beneficiados –a un nivel empresarial– de esta campaña contra el cava catalán han sido los productores extremeños, tal y como adelantó este confidencial. Durante aquel invierno de 2005, de Extremadura salieron unas 60.000 botellas de cava; en la pasada campaña de Navidad han superado los dos millones de unidades.

Según explican bodegueros de Extremadura, la deriva soberanista en Cataluña ha propiciado a finales de 2012 y comienzos de 2013 un escenario “muy parecido” al que dibujaron con su negativa a comprar catalán consumidores del resto de España hace casi ocho años.

 

El gran ‘salvavidas’ para el cava catalán en 2012 fueron las exportaciones a otras regiones, que poco a poco se han ido extendiendo a zonas fuera de España. Pese al boicot, en 2012 se vendieron 243 millones de botellas de cava catalán: supusieron 3,6 millones de unidades más respecto a 2011.

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