Puigdemont ofrece estabilidad a Sánchez a cambio de la Presidencia
Plantea que el PSC renuncie a gobernar aunque sea el partido más votado y que apoye a Junts para hacerse con la Generalitat. Sus encuestas le dan un empate con ERC
Carles Puigdemont va a jugar fuerte con la baza de su candidatura y su regreso a Cataluña tras la entrada en vigor de la Ley de Amnistía. Va a ser el mayor activo para las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo. Y ha lanzado ya Pedro Sánchez una oferta clara: si el PSC le hace presidente de la Generalitat, Junts garantizará la estabilidad de la legislatura.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a las negociaciones, la dirección de la formación independentista ha planteado claramente al equipo de Pedro Sánchez que el PSC, liderado por Salvador Illa, renuncie a gobernar a pesar de ser el partido más votado y que apoye que sea Junts quien se haga con la Generalitat.
Una propuesta que el entorno de Puigdemont ha trasladado a la dirección del PSOE en las últimas horas, tras conocerse el adelanto electoral decidido por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y en medio de las negociaciones finales para la aprobación de la Ley de Amnistía en el Congreso.
En el equipo del expresident anticipan que Junts y ERC van a someter al test de las urnas sus diferentes estrategias: pactista la de los republicanos, frentista la del partido que lidera Puigdemont, que se perfila como candidato.
Sus encuestas le dan un empate con ERC
Las fuentes del entorno de Puigdemont consultadas por ECD revelan que sus encuestas les dan un empate a escaños con ERC.
Explican que el escenario político actual ha derivado en un desgaste de Esquerra en los últimos sondeos y un aumento de Junts. Sin embargo, el gran favorito para ganar las elecciones es el PSC de Illa, que ha aumentado su ventaja respecto a ERC en 1,3 puntos en los últimos dos meses.
Así el PSC tendría, según las encuestas que maneja el expresident, una ventaja de unos cuatro puntos sobre Esquerra. Pese a que era la fuerza que más retrocedía respecto a los pasados comicios de 2021, la formación de Puigdemont ha recuperado terreno en lo que va de año y apunta a una tendencia al alza.
Puigdemont se compromete a dar estabilidad
En ese contexto, las fuentes a las que ha tenido acceso ECD aseguran que el entorno del expresident ha garantizado a Sánchez cuatro años de legislatura si facilita que el líder de Junts presida la Generalitat.
La oferta de Junts, admiten en el partido independentista, también esconde un aviso al PSOE. Dirigentes próximos a Puigdemont han confirmado a los interlocutores socialistas que el adelanto electoral no altera la estrategia de su partido en sus negociaciones con Pedro Sánchez: cada apoyo requerirá una contrapartida.
En la cúpula de Junts remarcan que “en ningún caso” habrá pactos en Cataluña de cara a la gobernanza: “No votaremos a Illa para que sea presidente”, advierten.
Aseguran que la única opción que contempla ahora mismo Puigdemont es “un Govern independentista” que trabaje para que “el papel del Estado en Cataluña sea cada vez el menor posible”. “No puede ser que el presidente de la Generalitat acuda a un acto y que la clausura la protagonice la presidenta del Congreso de los Diputados”, ponen como ejemplo.
El adelanto evidencia la debilidad de Sánchez
Fuentes del Gobierno y del PSOE admiten a Confidencial Digital que el adelanto electoral ha puesto en evidencia la debilidad parlamentaria en que se sustenta el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y es lo que ha llevado a Moncloa a dar un volantazo en sus planes.
Asumen que, en plena carrera electoral, ERC y Junts van a intensificar su batalla por la hegemonía del independentismo. Tampoco pasan por alto que van a ser competidores del PSC en las urnas, y eso implica que ninguno de los dos partidos independentistas va a estar dispuesto a aparecer ante su electorado como una formación que cede ante el PSOE.
La legislatura, por tanto, ha quedado en suspenso al menos hasta que se celebren las elecciones catalanas y se reconfigure el tablero político en la comunidad.
El Gobierno había comenzado a encauzar la legislatura con el pacto para la ley de amnistía y enfilaba el camino hacia la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2024.
Pero el tablero político ha saltado ahora por los aires y ha desarbolado las negociaciones para las cuentas públicas. Tanto que La Moncloa ya ha confirmado que renuncia siquiera a intentar aprobarlos este año y esperará a 2025.
