Pedro Sánchez apoya un Gobierno ERC-Podemos junto al PSC para salvar a Pere Aragonés en Cataluña

Busca a cambio garantizar el voto de Esquerra a los Presupuestos y evitar una convocatoria de elecciones anticipadas

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la sesión de control al Govern en el pleno del Parlament. Imagen de archivo.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la sesión de control al Govern en el pleno del Parlament.

‘Operación salvar a Pere Aragonès’. Pedro Sánchez maniobra para sostener el Govern liderado por ERC, uno de sus principales socios en Madrid, si Junts abandona la Generalitat. Moncloa ha desplegado una operación implicando a grandes empresarios catalanes con el objetivo de asegurarse, a cambio, el voto de Esquerra a los Presupuestos.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los contactos, el equipo de Sánchez promueve en Cataluña un Gobierno ERC-Podemos con apoyo del PSC para salvar a Aragonés si Junts se retira. Para ello ha decidido “echar mano” de grandes empresarios y hacer frente de manera conjunta a la crisis que se avecina en la Generalitat.

Una operación de Moncloa

Moncloa ve la oportunidad de acabar con un Gobierno independentista radical, unida a la necesaria labor para la recuperación económica de Cataluña (que supone el 20% del PIB español), lo que ha llevado a Presidencia a establecer “contactos al más alto nivel” con presidentes y consejeros delegados de grandes compañías catalanas.

Unas gestiones que dirigen personalmente el propio presidente del Gobierno y su jefe de gabinete, Óscar López. Hay que recordar que Moncloa se volcó el año pasado intensamente en la campaña del candidato del PSC, Salvador Illa, que resultó vencedor en las elecciones autonómicas.

Contactos con Naturgy, CaixaBank…

En el equipo del presidente tienen claro que “la legislatura se va a jugar en Cataluña”. Por eso han decidido recurrir a grandes ejecutivos con mando en Barcelona, conscientes de sus buenas relaciones con Esquerra.

Uno de los grandes empresarios contactados, que citan las fuentes consultadas por ECD, es Francisco Reynés, presidente de Naturgy. Explican que la relación del Gobierno con el primer ejecutivo de la energética se ha intensificado tras la OPA del fondo australiano IFM sobre la energética, que ha obligado a ambas partes a mantener una interlocución fluida en los últimos meses.

Entre los interlocutores relevantes también se cita a los máximos ejecutivos de CaixaBank y a la cúpula de la patronal catalana, Foment del Treball, presidida por Josep Sánchez Llibre.

En el entorno de Sánchez Llibre aseguran a ECD que el empresariado catalán es favorable a que se abra la posibilidad de un acuerdo para resolver el conflicto entre Cataluña y el resto de España con una negociación entre los que van a gobernar tras las elecciones catalanas, Esquerra, y el que ganó las del Estado, el PSOE.

Un Gobierno ERC-En Comú Podem

Con este mar de fondo, el mensaje principal que Moncloa ha planteado a los empresarios para que hagan llegar al Palau de la Generalitat va en la misma línea.

 

De la misma forma que Esquerra da apoyo desde fuera a PSOE y Podemos en el Gobierno de España, los socialistas se abren a hacer lo propio en Cataluña para un ejecutivo autonómico de ERC y En Comú Podem (los comunes de Ada Colau).

El Ejecutivo central defiende también dar paso a “una nueva era” donde primen las políticas de izquierdas para superar la crisis económica que se avecina. Destacan que el Govern no debe limitarse a “la lucha nacional” y tiene que dar importancia a aspectos, como la sanidad, la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el medio ambiente.

Convencer al equipo de Aragonés

En el PSOE recuerdan que el vencedor de los comicios fue el candidato socialista, Salvador Illa, pero se ha visto obligado a transitar la misma senda que Inés Arrimadas en 2017, ya que no cuenta con suficientes apoyos para instalarse en la Generalitat.

Del otro lado, el candidato de ERC, Pere Aragonès, contaría con el apoyo desde fuera del Govern de los socialistas catalanes para seguir siendo president de la Generalitat hasta el final de la legislatura, en 2025.

Hasta ahora, los planes de Moncloa se topaban con un doble muro. Primero, la oposición de los ‘comunes’ a implicarse en cualquier fórmula en la que pudiera estar Junts con la sombra de Carles Puigdemont.

Y segundo, la exigencia de Laura Borràs de que el Govern sólo fuera independentista, lo que vetaba a Podemos y sólo sumaba a la CUP.

El PSC ofrece una salida a ERC

En Moncloa y en el PSC habían concluido hace meses que, si salía adelante un pacto del separatismo para continuar en la Generalitat, el Govern resultante nacía con fecha de caducidad por la dinámica de desavenencias internas. Y que habría una amenaza de ruptura en poco más de un año, como finalmente ha ocurrido.

Un escenario que también temía ERC, que se resistía a reeditar la fórmula que llevó al fracaso la anterior legislatura. Y que ahora se arriesga a un nuevo naufragio si la consulta en Junts, que se celebra entre este jueves y viernes, acaba con su salida del Ejecutivo catalán.

De ahí que los socialistas aporten esta solución auspiciada por la gran empresa catalana: el apoyo externo a su Gobierno con En Comú Podem.

Premiado el diálogo con Madrid

Otro de los argumentos que el Gobierno ha aportado a los empresarios es que ERC debe tener en cuenta que “los catalanes han premiado en las urnas su diálogo con Madrid”, lo que se ha traducido en que, por primera vez, los republicanos han logrado superar a la lista de Puigdemont, que rechaza la mesa de diálogo Moncloa-Generalitat.

Hasta ahora, Esquerra ha apostado por un entendimiento que ha reforzado además la gobernabilidad de Pedro Sánchez. Sin embargo, consumar un Ejecutivo con JxCat y la CUP le obligaría a radicalizar su posición para atender las exigencias de sus socios. Perdería apoyo ciudadano.

El apoyo a los Presupuestos del Estado

En este planteamiento también se incluye un elemento que Sánchez se ha propuesto conseguir a cambio de salvar a Pere Aragonés: el apoyo de ERC a los Presupuestos Generales del Estado para 2023 que el Gobierno está a punto de presentar en el Congreso.

Antes de las elecciones catalanas, las señales que emitía el Gobierno era que se iban a conceder. Y probablemente sea así porque se va a presentar públicamente como un gesto a favor de la “reconciliación de la sociedad catalana”. Un mensaje en el que Illa ha comenzado a insistir tras el 14-F. Es una de las bazas que se guarda para convencer a Oriol Junqueras.

Puigdemont avala que Junts deje el Govern

Mientras tanto, el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha avalado los argumentos para que Junts salga del Govern. El dirigente, que no forma parte de la dirección del partido pero que continúa siendo una voz con autoridad y ascendencia en el espacio, se ha sumado al goteo de cuadros que en las últimas horas están desvelando públicamente qué votarán en la consulta que la formación pone en marcha este jueves.

Puigdemont, eso sí, ha sido sibilino, porque en lugar de escribir él mismo su posicionamiento lo que ha hecho ha sido retuitear un artículo partidario de la ruptura escrito por el portavoz del partido, Josep Rius, quien también fue su jefe de gabinete y, por lo tanto, una de sus personas de confianza.

El posicionamiento del ex president es en este caso coincidente con el de la presidenta de Junts, Laura Borràs, que ha considerado “fraudulento” el Govern presidido por Aragonès, mientras consellers y alcaldes apuestan por quedarse en la Generalitat.

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