La Generalitat regulará el uso policial de los dispositivos conductores de energía

En 1996 se aprobó la dotación de esta herramienta, basada en la transmisión de impulsos eléctricos que afectan a las capacidades motrices del organismo

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Los DCE sólo se podrán usar cuando se hayan agotado todas las vías de negociación.

La Generalitat ha establecido un protocolo de actuación de los dispositivos conductores de energía (DCE), conocidos comúnmente como pistolas eléctricas. La medida se ha aprobado debido al Decreto 219/1996, de 12 de junio, en el que se previó la dotación de medios de defensa a los miembros de la policía local.

El objetivo del nuevo protocolo de la Generalitat ha sido facilitar su regulación de su uso por parte de la policía local de Cataluña.

La Consejería de Interior de la Generalitat ha definido los DCE como “una herramienta de uso policial" basada en la "transmisión de impulsos eléctricos" que afectan a "las capacidades motrices del organismo”.

La Generalitat ha estipulado que, teniendo en cuenta “los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad”, el uso solo estaría permitido en caso de “impedir cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria, cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable”.

El ordenamiento ha asegurado que los agentes únicamente podrán recurrir al uso del DCE cuando se hayan “agotado todas las vías de diálogo, negociación y mediación previas” y una vez que a la víctima se la haya avisado del uso de la herramienta.

Protocolo de uso de los DCE

Para conseguir la autorización de uso de los DCE, los agentes deberán superar un curso teórico-práctico, diseñado e impartido por el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC), que incluya “aspectos relativos al mantenimiento y la utilización correcta de la herramienta”, así como “normas deontológicas” aplicadas en el uso del arma.

Según la Generalitat, los DCE solo podrán utilizarse “para reducir, inmovilizar o detener” a una persona que “muestre resistencia activa" que pueda poner en riesgo "la integridad física de los agentes o de terceras personas, así como su propia vida". 

El uso de los DCE está prohibido en embarazadas, personas menores de 12 años, personas de edad avanzada o débiles de salud. Asimismo, tampoco se podrá utilizar en “manifestaciones y concentraciones de un número elevado de personas”, o cerca de sustancias o gases inflamables. En definitiva, en cualquier “circunstancia en la que se pueda poner en peligro la integridad física de la persona o de terceros”. El reglamento no recomienda el uso de los DCE en animales.

Dispositivos complementarios 

La Generalitat ha estipulado que los efectivos que dispongan de DCE deberán tener disponible "un desfibrilador externo automático y un dispositivo personal de grabación”. Se establecerá un registro para identificar a los agentes que estén en posesión del dispositivo, así como de "todas las actuaciones que motivaron" el uso de los DCE. 

 

Esta última diligencia se ha establecido en el caso de la utilización de los dispositivos en las personas. En estas situaciones, se garantizará la asistencia médica a la víctima. Además, se informará a un familiar de la víctima para que éste conozca la situación en la que ha sido necesario usar el DCE.

La Generalitat ha pedido extremar las medidas de seguridad en la manipulación del DCE, con el fin de evitar que terceras personas puedan resultar afectadas por un uso indebido. En caso de un mal uso por parte de los miembros autorizados, el uso por parte de personas no autorizadas, o la falta de supervisión por parte de los mandos responsables, puede ser objeto de responsabilidad disciplinaria.

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