Los extraños “agentes del Departamento de Seguridad Nacional” que intentaron captar confidentes entre independentistas

Servicios de información explican que el DSN no tiene miembros operativos y sólo se dedica a análisis y gestión de crisis. Suplantar a otra agencia es una práctica común en el espionaje

Pedro Sánchez y el director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros (Foto: Pool Moncloa/Fernando Calvo).
Pedro Sánchez y el director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros (Foto: Pool Moncloa/Fernando Calvo).

Trabajamos en el Departamento de Seguridad Nacional y nos dedicamos a buscar colaboradores, gente que nos pueda echar una mano en distintas temáticas. En Cataluña, pues evidentemente está el independentismo”.

Es la transcripción que publicó La Directa, un medio de comunicación afín a la izquierda independentista en Cataluña, en un reportaje de investigación en el que reveló que “Agentes del Departamento de Seguridad Nacional español intentan infiltrar un confidente en las juventudes de ERC y en Batec”. 

Batec es un nuevo colectivo independentista que realiza acciones de protesta como colarse en la red de Rodalies para denunciar el supuesto déficit de inversiones del Estado en Cataluña.

El diario Ara publicó la misma información el mismo día, el pasado 26 de junio.

Grabaciones y fotografías

Un joven ex militante de las juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya, Enric Pérez, había grabado y había hecho que le fotografiaran durante los encuentros que mantuvo con dos hombres, que se identificaron como Alfredo y Juan, y que se citaron con él en un hotel de Barcelona.

En esos encuentros, le ofrecieron que se convirtiera en confidente: se dedicaría a pasar al Departamento de Seguridad Nacional información sobre grupos independentistas en los que lograra infiltrarse. A cambio, según los audios publicados, ellos podrían echarle “una manita” en la oposición al ingreso en los Mossos d’Esquadra para la que Enric Pérez se estaba preparando.

La Directa y Ara publicaron audios, fotos y pantallazos de conversaciones escritas entre este joven independentista y los dos supuestos “agentes del Departamento de Seguridad Nacional”.

Confidencial Digital ha podido saber que hay detalles de estos reportajes que no cuadran a distintos servicios de inteligencia e informaciónespañoles. Les chirría sobre todo que se afirme, según habrían declarado esas dos personas, que los supuestos captadores de confidentes en el independentismo catalán trabajaban en el Departamento de Seguridad Nacional.

“No tiene agentes operativos”

Fuentes consultadas en ámbitos de los servicios de inteligencia e información coinciden en señalar un dato que introduce dudas sobre lo que denuncia ese joven catalán, aspirante al ingreso en los Mossos d’Esquadra y ex militante de las Joventuts d’Esquerra Republicana.

 

“El Departamento de Seguridad Nacional no tiene operativos”. Lo afirma con rotundidad un miembro en activo de uno de los servicios de inteligencia e información.

Se refiere a que el Departamento de Seguridad Nacional, que depende del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y tiene sus instalaciones en el búnker bajo el Palacio de la Moncloa, no cuenta con agentes operativos, es decir, personas que se dediquen a trabajo de calle, como es captar confidentes y reunirse con ellos para obtener información.

Lo corroboran otras fuentes especializadas, conocedoras de cómo funcionan estos servicios en España. Apuntan que el relato de estos reportajes, que se basan en dos personas que dicen trabajar en el Departamento de Seguridad Nacional, no tiene “ningún sentido”.

Asesoramiento y gestión de crisis

El Real Decreto 1119/2012, de 20 de julio, de modificación del Real Decreto 83/2012, de 13 de enero, por el que se reestructura la Presidencia del Gobierno, establece que “el Departamento de Seguridad Nacional, bajo la dependencia orgánica y funcional del Director Adjunto del Gabinete, es el órgano permanente de asesoramiento y apoyo técnico en materia de Seguridad Nacional a la Presidencia del Gobierno”.

La norma cita siete funciones del Departamento de Seguridad Nacional: elaborar y hacer un seguimiento de estrategias y planes en materia de seguridad nacional, redactar propuestas normativas, estudios e informes sobre seguridad nacional, proponer normas para el funcionamiento y actuación del Sistema Nacional Gestión de Situaciones de Crisis, programar y coordinar ejercicios de conducción de crisis, ejercer de secretaría técnica de la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, mantener en funcionamiento el Centro Nacional de Conducción de Situaciones de Crisis y las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno.

Ni cuerpo policial ni servicio de inteligencia

También le corresponde el seguimiento de los riesgos, amenazas o situaciones de crisis o emergencia nacionales e internacionales, servir como órgano de apoyo para las decisiones de la Presidencia del Gobierno o de la Comisión Delegada del Gobierno para Situaciones de Crisis, y analizar los posibles escenarios de crisis, estudiar su evolución, diseñar y custodiar, en coordinación con los órganos competentes, los planes de contingencia que respondan a cada una de la situaciones.

Además, ejerce las funciones de Secretaría Técnica y órgano de trabajo permanente del Consejo de Seguridad Nacional.

No tiene, por tanto, funciones propias de un cuerpo policial ni de un servicio de inteligencia.

Aunque en el Departamento de Seguridad Nacional trabajan militares (su director es el general de Brigada Miguel Ángel Ballesteros), policías nacionales guardias civiles, lo hacen principalmente como analistas: se encargan de realizar estudios para la Presidencia del Gobierno, normalmente a partir de informes y documentos de otros órganos. 

También tienen funciones de coordinación en gestión de crisis, y les corresponden una misión técnica como es proteger las comunicaciones especiales de la Presidencia del Gobierno.

No encaja

Por tanto, la normativa viene a reforzar lo que apuntan miembros de servicios de inteligencia e información consultados: no encaja con la realidad del funcionamiento del Departamento de Seguridad Nacional que dos de sus miembros contacten con un joven vinculado al independentismo catalán, se citen con él y le ofrezcan ser confidente de ese órgano.

¿Qué explicación podría haber para estas contradicciones? Una opción es que, efectivamente, esas dos personas que hablan en los audios publicados por La Directa y Ara sean miembros del Departamento de Seguridad Nacional, y que, pese a que las normas públicas que regulan sus funciones no lo contemplen, hicieran de manera excepcional ese trabajo de campo de captar un confidente en un movimiento, el independentismo catalán, que desde luego preocupa al Gobierno y que se puede entender que pone cuestión la seguridad nacional.

En los audios, uno de los captadores del “topo” comenta: “Esto nosotros lo hacemos cada día, nos dedicamos en exclusividad a estas cosas”, en referencia a contactar con personas que pueden tener información para que colaboren con ellos en los temas que están investigando.

Esa opción no termina de convencer a las fuentes consultadas por ECD, que se inclinan más bien por otras explicaciones.

Hacerse pasar por agentes de otro servicio

Fuentes conocedoras de cómo operan los servicios de inteligencia e información en España apuntan que es una práctica común de estas unidades o servicios el hacerse pasar por agentes de otras agencias de inteligencia.

Esa práctica puede tener riesgos, pero también ventajas. Si el acercamiento a una fuente, un confidente o un infiltrado fracasa, o se produce cualquier problema en el transcurso de una operación o investigación, el organismo responsable elude verse comprometido; más aún si, como habría ocurrido en Cataluña, el caso termina haciéndose público.

En ámbitos de inteligencia señalan que quienes operan con mayor frecuencia en Cataluña son los policías de Información de los Mossos d’Esquadra, como es lógico, y en cuanto a servicios dependientes del Gobierno de España, el Centro Nacional de Inteligencia.

Añaden que quienes más utilizan esa práctica de hacerse pasar por miembros de otro servicio, y no revelar para quién trabajan realmente, son los espías del CNI.

En Cataluña se han denunciado intentos de captación de anarquistasmediante acercamientos en los que no quedaba claro qué servicio, unidad o cuerpo estaba detrás de la operación. 

La opción del montaje

La tercera opción, que explicaría las dudas sobre esos “agentes del Departamento de Seguridad Nacional”, es que los reportajes, o más bien la información facilitada por Enric Pérez a los dos medios de comunicación, sean falsos o estén manipuladas.

“Puede ser un montaje”, aseguran fuentes de una unidad de inteligencia o información.

Hay que recordar que desde el mes de abril se ha hablado mucho de la estrategia de los servicios de inteligencia e información para vigilar los movimientos del independentismo catalán.

En ese mes, The New Yorker publicó un reportaje, basado en un informe de Citizen Lab, entidad de la Universidad de Toronto, que aseguraba que más de 60 dirigentes políticos y asociativos del independentismo catalán habían sido espiados en sus teléfonos móviles a través del programa Pegasus, que comercializa la empresa israelí NSO Group.

Dieciocho comunicaciones

Antes de ser cesada por el Gobierno, a propuesta de Margarita Robles, la directora del CNI Paz Esteban compareció a puerta cerrada en el Congreso de los Diputados y mostró las autorizaciones que un juez del Tribunal Supremo había concedido para intervenir las comunicaciones de 18 personas vinculadas al independentismo catalán.

El informe de Citizen Lab sirvió a los independentistas para lanzar una campaña internacional en la que acusan a España de actuar como una dictadura y espiar a “disidentes políticos” por su ideología.

Más recientemente, de nuevo La Directa publicó una serie de reportajesen los que supuestamente destapaba a un policía nacional de 29 años que habría estado dos años infiltrado en el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), sindicato estudiantil de extrema izquierda independentista, y en otros movimientos independentistas y de izquierdas en Barcelona.

Policía Nacional

En España, distintas unidades y servicios realizan funciones de inteligencia.

La Policía Nacional cuenta con la Comisaría General de Información, que se dedica a “la captación, recepción, tratamiento y desarrollo de la información de interés para el orden público y la seguridad en el ámbito de las funciones de la Dirección General, así como su explotación o aprovechamiento operativo, especialmente en materia antiterrorista, tanto en el ámbito nacional como en el internacional”.

Su estructura es secreta, pero se ha apuntado que, entre otras unidades, cuenta con una Unidad Central de Información Interior, que se centraría en vigilar movimientos extremistas y subversivos. Además, existen Brigadas Provinciales de Información de la Policía Nacional por toda España.

La de Barcelona es especialmente relevante, y parte de sus miembros se dedican al independentismo. Han investigado los preparativos del referéndum ilegal del 1-O, los papeles que un grupo de Mossos iban a quemar en octubre de 2017, y el movimiento Tsunami Democrátichan detenido a radicales que provocaban altercados en Barcelona; y en general llevan años monitorizando muy de cerca la evolución del ‘procès’.

Guardia Civil

En la Guardia Civil, la Jefatura de Información “tiene como misión específica organizar, dirigir y gestionar la obtención, recepción, tratamiento, análisis y difusión de la información de interés para el orden y la seguridad pública en el ámbito de las funciones propias de la Guardia Civil, y la utilización operativa de la información, especialmente en materia antiterrorista, en el ámbito nacional e internacional”.

Dentro del Servicio de Información existen varias unidades centrales especiales (UCE-1, UCE-2, UCE-3...) que se reparten la investigación de distintas amenazas, como el yihadismo, antes ETA, grupos antisistema...

Los guardias civiles de Información llevan años jugando un papel clave en las operaciones policiales y los procesos judiciales para desbaratar las intentonas de secesión. Cientos de agentes investigaron los preparativos del referéndum ilegal de 2017 y lograron dar con imprentas y almacenesdonde se encontraban papeletas y materiales para la votación.

También vigilaron durante mucho tiempo a los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) que integraban una célula, el “Equip de Resposta Tàctica”, a quienes se detectó que estaban comprando materiales para fabricar artefactos explosivos con vistas a realizar una acción violenta, asaltar el Parlament de Cataluña y proclamar la independencia de nuevo.

Y se desplegaron en el otoño de 2019 para tratar de controlar el movimiento Tsunami Democràtic, que organizó acciones de protesta multitudinarias para tratar de bloquear Cataluña contra la sentencia del Supremo y forzar al Gobierno de España a negociar la secesión.

CNI

También el Centro Nacional de Inteligencia tiene agentes operativos trabajando en Cataluña específicamente para vigilar a independentistas catalanes. El interés del CNI por los secesionistas ha quedado claro, al admitir que tiene permiso del Tribunal Supremo para intervenir las comunicaciones de al menos 18 personas vinculadas al independentismo.

Se ha publicado que el CNI impulsó asociaciones y manifestaciones contra la independencia, por ejemplo. También ha informado de movimientos del Govern de Cataluña, habría elaborado previsiones sobre la fidelidad de la plantilla de los Mossos a la legalidad, y trabajó para adelantar al Gobierno de Rajoy que ningún gobierno extranjero reconocería la independencia.

Se implicó también en intentar abortar el referéndum ilegal de independencia, y otros servicios le achacan el fracaso en la búsqueda de las urnas del 1-O, que, pese a ser el objetivo preferente de las Fuerzas de Seguridad, no fueron interceptadas al entrar en Cataluña y ser repartidas por todo el territorio de la comunidad.

Mossos d’Esquadra

Los Mossos d’Esquadra cuentan con una Comisaría General de Información potente, que participa en investigaciones sobre terrorismo yihadista.

También controla movimientos de extrema izquierdaanarquistasindependentistas radicales e incluso grupos contrarios a la independencia, algunos de carácter ultraderechista, y también se ha revelado que ha vigilado a miembros de asociaciones como Societat Civil Catalana.

El cuerpo autonómico de policía cuenta con un buen número de agentes operativos que trabajan por toda Cataluña y que, entre otras misiones, captan confidentes e informantes entre los movimientos que, como el independentismo catalán, suponen un riesgo de alteración del orden público y la seguridad.

Ertzaintza y Policía Foral de Navarra

Otras policías autonómicas, fuera de Cataluña, también tienen unidades de información. En la Ertzaintza existe la Oficina Central de Inteligencia, heredera de la División Antiterrorista y de Información que luchó contra ETA.

En la Navarra, la Policía Foral tiene una División de Información con funciones de “recogida, tratamiento y explotación de la información de interés general para la prevención, el mantenimiento del orden y la seguridad, así como la prevención e investigación de grupos y bandas delincuenciales que operen en el territorio competencial”.

Espías extranjeros

Por último, cabe apuntar que en los últimos años se ha detectado la presencia numerosa de agentes de servicios de inteligencia extranjeros en Cataluña. Los más mencionado son los rusos, sobre los que investigan la Policía Nacional y la Guardia Civil por orden de la Audiencia Nacional y de un juzgado de Barcelona.

Se ha apuntado a miembros del GRU, la inteligencia militar de Rusia, presentes en Barcelona en septiembre y octubre de 2017, hasta el punto de que se apunta que habrían estado en puntos de votación el 1-O. Incluso se ha publicado que 70 ucranianos -al menos tenían pasaporte de ese país- vivieron unos meses en Barcelona a finales de 2017, y después desaparecieron.

Los informes anuales de seguridad nacional muestran que la presencia de espías extranjeros en España bate récords año tras año, y que fue especialmente intensa en 2017, con motivo de la intentona secesionista del independentismo catalán.

No sólo miembros de servicios hostiles se mueven por Cataluña. También la CIA y otras agencias de inteligencia de Estados Unidos tienen o han tenido presencia en esta comunidad autónoma, además del resto de España.

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