Alicia Sánchez-Camacho lo denunció por sorpresa en el Parlament

Así espiaron a Mariano Rajoy en Barcelona

Se localizó un micrófono oculto en la cámara de vigilancia del Restaurante Santiaguiño, a 20 metros de la sede del PP

El espionaje al PP en Cataluña también comprometió a Mariano Rajoy. Así lo insinuó hace unos días Alicia Sánchez-Camacho en la comisión de investigación creada en el Parlament. La dirigente regional del partido y el equipo del presidente del Gobierno tienen datos que confirman que el jefe del Ejecutivo fue grabado en un restaurante muy próximo a la sede del partido en Barcelona.

“Las escuchas se produjeron en La Camarga y en otro restaurante, donde Rajoy y diversos ministros han sido grabados”. Esta afirmación, deslizada de forma tangencial por Alicia Sánchez-Camacho el pasado viernes 10, pasó casi inadvertida en una jornada en la que también comparecieron José Zaragoza, ex secretario de Organización del PSC; Victoria Martín Álvarez, ex novia de Jordi Pujol Ferrusola; y Francisco Marco, dueño de la agencia de detectives Método 3.

El Confidencial Digital ha podido confirmar, también en fuentes gubernamentales, algunos detalles de esta operación. Todos los interlocutores consultados coinciden en su veredicto: Rajoy fue espiado por alguien que conocía perfectamente el lugar al que acudiría el presidente instalando sistemas de escucha.

El Santiaguiño, el restaurante al que siempre iba Rajoy

Desde el Partido Popular y el Gobierno suelen hablar habitualmente del “otro restaurante”, una lacónica expresión que utilizó Sánchez-Camacho en el Parlament. Los populares se resisten a dar su nombre, pero admiten: “se encuentra a 20 metros de nuestra sede en Barcelona”. En este establecimiento siempre se organizaban las reuniones con Rajoy, utilizando una zona reservada, cuando éste acudía a la Ciudad Condal.

ECD ha podido confirmar, por otras fuentes, que el establecimiento al que se refieren los populares es el Santiaguiño, situado en la calle Buenos Aires de Barcelona. Sus instalaciones, y también su carta –se trata de un restaurante gallego-, facilitaban que el presidente del Gobierno se decantara, en la mayoría de sus visitas a la ciudad , por este local.

Tal y como se puede apreciar en la galería de imágenes que acompaña esta información, el Santiaguiño dispone de una gran sala, independiente del comedor principal, que permite a los comensales almorzar en un ambiente más privado. Esa zona era la que siempre empleaba Rajoy y los dirigentes del PP cada vez que acudían al establecimiento.

Micrófono, cámaras y sistema de grabación

En este local se realizó, en el año 2013 y con el permiso de sus dueños, una inspección profesional de las instalaciones para detectar posibles instrumentos de espionaje. Se trataba de despejar dudas y confirmar sospechas.

Los expertos encontraron un micrófono del tipo ‘Electrotec’, que se encontraba oculto en una de las cámaras de vigilancia del comedor, modelo DOMO: “Lo habían instalado en la carcasa, para que nadie pudiera detectarlo”. Además, también fue localizada otra pequeña cámara, que no pertenecía al restaurante y que estaba acoplada a un falso detector de humos.

Estos dos dispositivos fueron colocados sin el consentimiento de los dueños del restaurante. Aprovechaban la red de video-vigilancia del establecimiento para conectarse a otro sistema, que permitía la grabación de imágenes y audio: “Se encontraron cables que no pertenecían a la instalación original, y que alguien desconectó justo antes de la inspección”.

La denuncia del Partido Popular

Con esos hallazgos, tanto el PP como el restaurante pusieron el asunto en manos de la Justicia.

 

ECD ha podido tener acceso a la denuncia presentada por los populares, en marzo de 2013, en el  Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona. En el escrito, el PP informa de la realización de un barrido en el establecimiento y el hallazgo de dos cámaras y un micrófono, “presumiblemente utilizados para grabación de imagen y sonido”.

El Partido Popular expone que, interrogados los propietarios del restaurante, se confirmó que éstos solo conocían la existencia de una de las cámaras, empleada para la seguridad del local. La desconocida, añaden los populares en la denuncia, “se hallaba prácticamente encima del lugar reservado donde habitualmente se reúnen para comer los dirigentes del partido”.

Los hechos, explican los populares en la denuncia, “pueden ser especialmente graves por cuanto puede tratarse de una permanente escucha de los dirigentes del Partido Popular, y varios ministros del gobierno, así como otras personalidades que se han reunido en el lugar para tratar asuntos internos y confidenciales”.

Por ese motivo, el PP solicitó en el escrito que el Juzgado, al analizar las grabaciones obtenidas de la empresa de detectives Método 3, se tuviera en cuenta “la existencia de la cámara y micrófono instalados en el restaurante”. 

Junto a la denuncia, el PP presentó un reportaje fotográfico y un informe de la empresa Desarrollo y Aplicaciones en Sistemas de Seguridad (DASS), encargada de realizar el barrido y la que encontró los dispositivos empleados para espiar a dirigentes del partido.

Las fuentes consultadas explican que se realizaron diversas pesquisas pero el caso fue archivado finalmente: “No existían pruebas contra ningún sospechoso”.

Los populares, tal y como se informó en su día en estas páginas, también sospecharon de grabaciones en un tercer restaurante. Sin embargo, los dueños del mismo no permitieron un registro. Al no haber evidencias, tampoco se pudo realizar ninguna inspección por orden judicial.

El presidente ahora solo se reúne en hoteles

Las fuentes consultadas por ECD explican que, una vez confirmado el espionaje al PP en el restaurante donde se reunían con asiduidad y al que también acudía Rajoy, se decidió utilizar otros lugares para tratar asuntos de trabajo.

La decisión se tomó en 2013, por lo que el Partido Popular no descarta que alguien haya podido recibir grabaciones privadas registradas durante alguna visita a Barcelona de Rajoy como presidente del Gobierno.

Para evitar que algo así pueda volver a pasar, Moncloa y el PP de Cataluña han decidido que, cada vez que Rajoy organice una comida en Barcelona, éstas se realicen en la propia sede del partido o en hoteles de absoluta confianza.

En las últimas ocasiones que el presidente ha viajado a la Ciudad Condal, se ha optado por realizar reservas en el Hotel Gran Marina y en los establecimientos de la cadena Meliá.

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