ERC, con el traspaso de Cercanías, busca liderar el independentismo catalán
Junqueras se fajó en la negociación con Bolaños para tener un logro que explotar distinto a los conseguidos por el partido de Puigdemont
- Expulsar a la “española Renfe” de Cercanías
- Elegir el operador que presta el servicio
- Se giró la ‘C’ en el logo de Cercanías
- Un compromiso firmado por escrito
- Da cobertura a 400.000 pasajeros
Echar a la “española Renfe” de la red de Cercanías de Cataluña. Es el precio final que Esquerra ha puesto al PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. El acuerdo de la amnistía que incluye a Tsunami Democràtic y los CDR investigados por terrorismo no resultaba suficiente para poder vender algo distinto que Junts tras la negociación.
Así, ERC ha arrancado a Sánchez una de sus principales reclamaciones económicas para apoyar la investidura: el traspaso de Rodalies (Cercanías).
El traspaso de Cercanías es una reclamación histórica del nacionalismo catalán, que ha utilizado el irregular funcionamiento del servicio ferroviario de corta distancia para engordar el relato victimista que culpa al Estado de todos los males que afectan a Cataluña.
La Generalitat ya era la titular del servicio desde 2010, pero fuentes de ERC precisan que ahora se producirá una transferencia “integral” de la red ferroviaria que va más allá de la gestión y que incluirá infraestructuras -trenes y vías-, y la “inversión” necesaria para garantizar la modernización y el correcto funcionamiento del servicio.
Era este último aspecto el que estaba bloqueando la negociación y ello llevó a que los republicanos denunciaran públicamente esta misma semana que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, estaba poniendo trabas a la transfusión de fondos al Govern para pasar a gestionar la totalidad del servicio ferroviario.
Expulsar a la “española Renfe” de Cercanías
En la dirección de ERC no había sentado nada bien que el Gobierno se hubiera cerrado en banda a negociar el traspaso total de Cercanías.
Así las cosas, según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes de la Generalitat conocedoras de las conversaciones entre el PSOE y Esquerra, el líder de ERC, Oriol Junqueras, se plantó y puso precio a Moncloa para apoyar la investidura de Sánchez: echar a la “española Renfe” de la red de Cercanías de Cataluña.
Aseguran que se fajó en la negociación con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, para tener un logro que explotar distinto a los conseguidos con la amnistía por Junts, el partido de Carles Puigdemont.
Admiten incluso en privado que esa cesión persigue poder vender que ERC ha logrado “echar a la española Renfe” de la red de Cercanías de Cataluña.
Elegir el operador que presta el servicio
La operadora española era hasta hace unos años la encargada de prestar ese servicio, además de hacerlo con la media y la larga distancia que discurren por la comunidad, utilizando la infraestructura propiedad de ADIF, el administrador dependiente del Ministerio de Transportes.
Sin embargo, después de que el Gobierno central aprobara la liberalización del transporte ferroviario, la Generalitat tiene vía libre para elegir el operador que preste el servicio de Cercanías en la Comunidad.
Hay que recordar que las competencias en Cercanías están transferidas. El Gobierno de Zapatero y la Generalitat acordaron en 2009 el traspaso a Cataluña de los trenes de Cercanías, con lo que el Ejecutivo catalán asumió la gestión de este servicio ferroviario a partir del 1 de enero de 2010.
La exigencia de ERC se produce después de que el Govern haya apartado a Renfe del servicio de Cercanías de Lleida. La operadora española va a dejar de operar las líneas para que el servicio cambie de manos, y que sea la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) quien la gestione a partir de 2024.
Se giró la ‘C’ en el logo de Cercanías
En 1989 nació dentro de Renfe la división de Cercanías. Se encargó un anagrama representativo, y se optó por un círculo, a juego con la marca de Renfe de aquel momento, también circular, sobre el que se inscribió una C blanca.
Este logo no duró mucho tiempo, ya que, en 1992, con la catalana Mercé Sala en la presidencia de Renfe, se giró para que dejase de ser una C y se convirtiese en algo abstracto.
De esta manera, el mismo símbolo podía representar las palabras que se utilizan en las otras lenguas cooficiales para nombrar las Cercanías, como Rodalies (Cataluña) o Aldirikoak (País Vasco). Es el logo que se ha utilizado hasta la actualidad.
Un compromiso firmado por escrito
Otro dato relevante del acuerdo es que ERC ha exigido a Moncloa y Hacienda que el compromiso se firme por escrito.
Ha trasladado que la “primera condición indispensable” para apoyar la investidura debe ser que aquello que se presupuesta, se cumpla y se ejecute. “De nada sirven promesas y declaraciones de inversiones si luego no llegan”, insisten.
Da cobertura a 400.000 pasajeros
El servicio de Rodalies da cobertura a entre 300.000 y 400.000 pasajeros diarios y registra constantes averías que tanto el Govern como el PSC han atribuido siempre a una insuficiente inversión por parte del Ejecutivo central en la última década.
Pero los problemas vienen de antes: las primeras movilizaciones masivas en Cataluña, previas a las del ‘procès’, fueron para denunciar el mal estado de las infraestructuras.
El hecho de que ahora el servicio vaya a ser transferido por fases se interpreta como una medida para facilitar la gestión a la Generalitat, y también esa manera de evitar la crispación de los profesionales de Renfe en Cataluña, que se mostraban totalmente en contra de pasar a depender de la Generalitat; sobre todo, los maquinistas.
