La Monumental de Barcelona no se convertirá en una mezquita. El propietario de la plaza descarta cualquier venta hasta que no cobre la indemnización de la Generalitat
Ni mezquita, ni baños árabes, ni venta a la vista. El propietario de la Monumental de Barcelona, Pedro Balaña, descartará cualquier oferta por la plaza para que la operación no interfiera en el cobro de la indemnización que debe pagar la Generalitat por el cese de las corridas de toros.
En las últimas semanas, y debido a la cercana prohibición de la fiesta nacional en Cataluña a partir de 2012, foros y webs de noticias se han hecho eco de una posible conversión de la Monumental de Barcelona en un centro de culto para la población musulmana, fruto de un acuerdo entre el propietario de la plaza y líderes islámicos.
En concreto, se especuló con una venta del recinto a Qatar Fundation y al emir de Dubái, que llevarían a cabo una importante inversión para transformar la plaza en una mezquita, con zonas para el sacrificio de animales e incluso baños árabes. Sin embargo, ninguno de esos proyectos se llevará a cabo, al menos, de momento.
Según ha sabido El Confidencial Autonómico, el propietario de la Monumental de Barcelona, Pedro Balaña, no quiere escuchar ningún tipo de oferta por la plaza de toros, cuya venta, a día de hoy, está descartada.
Personas cercanas al empresario explican que la prioridad de Balaña es “cerrar cuanto antes la indemnización que debe recibir por parte de la Generalitat”. Tal y como se informó en estas páginas, el empresario pedirá una compensación de 300 millones de euros.
No obstante, el Gobierno de Artur Mas ni se plantea pagar tal cantidad de dinero y, según las fuentes consultadas, la oferta realizada al propietario no supera los 3 millones.
Las reticencias de la Generalitat están siendo decisivas en la postura de Pedro Balaña de no querer vender, por el momento, la Monumental: “La compa de la plaza por parte de un emir o un fondo de inversión qatarí sería usado como argumento del gobierno catalán para demostrar que el cese de actividad no ha sido perjudicial para el propietario”.
Por ese motivo, “la plaza no será vendida hasta que Generalitat y empresario hayan llegado a un acuerdo con el tema de la indemnización, algo que puede alargarse, de forma indefinida, en el tiempo”.
