La nueva remesa de cartas de Colau contra los pisos turísticos ilegales indigna a los vecinos
El ayuntamiento de Barcelona ya mandó otras en el mes julio. Pide la “complicidad” de los ciudadanos para que denuncien sus sospechas ante alojamientos no regulados
El ayuntamiento que dirige Ada Colau ha enviado nuevas cartas a los vecinos de Barcelona apelando a la “complicidad” de los vecinos para que denuncien si en su finca hay pisos con uso turístico ilegal.
Como ha comprobado El Confidencial Autonómico, los vecinos de Barcelona están recibiendo estos días una carta del Ayuntamiento, con fecha 1 de septiembre, en la que se mencionan “medidas de choque” contra la oferta ilegal de alojamientos turísticos.
Ya a finales de julio el consistorio envió una remesa, a la que ahora suma esta segunda ronda de cartas, que se buzonean sin llevar destinatario concreto.
En la mencionada carta se apela a “la complicidad de los vecinos” para acabar con el alquiler de pisos con fines turísticos, y en concreto pide a los vecinos que informen “si creen que en su finca hay un uso turístico ilegal, para hacer más efectiva la inspección”.
A los destinatarios de las cartas se les recuerda que la legislación actual de la Generalitat de Cataluña es “muy respetuosa con los propietarios de los pisos, y para poder iniciar la tramitación de un cese de actividad ilegal debe encontrar dos veces turistas alojados con un contrato de alquiler inferior a 31 días”.
Para llevar a cabo esa “información vecinal” que facilite la inspección posterior, el Ayuntamiento ha habilitado el teléfono gratuito 900226226, de 8.00 a 24.00 horas, todos los días de la semana), o bien utilizar el formulario que figura en la web www.barcelona.cat/incidencias/habitatgesturistics.
Se amplía el número de inspectores
La carta anuncia que se va a intensificar la inspección contra el uso de alojamientos ilegales con fines turísticos, y entre las medidas de choque anuncia que se “ampliará el personal dedicado a esta tarea (inspección) para poder hacer una búsqueda activa por toda la ciudad”.
El Ayuntamiento justifica estas medidas en que quiere lograr “un modelo urbano sostenible, para que sea una ciudad abierta al turismo, pero con normas de convivencia claras”.
Se pretende acabar con los alojamientos turísticos ilegales, porque “generan especulación, economía sumergida y puede perjudicar la convivencia en las comunidades de vecinos que les alojen”.
Malestar entre los vecinos
La carta, dirigida desde la Dirección de Servicios de Inspección del Ayuntamiento barcelonés –Área de Ecología Urbana– ha provocado hondo malestar entre muchos vecinos que la han recibido, como han expresado a ECA, “por el sistema de denuncia policial que se pide a los vecinos, que es en sí mismo un foco de desconfianza generalizado, en el que habrá casi explicar a los vecinos que se aloja a familiares o amigos para evitar situaciones embarazosas para todos, que pueden hacer de Barcelona una ciudad cerrada en vez de abierta”.
Por otra parte, vecinos barceloneses expresan a este digital que “las “denuncias” o “informaciones” si “creen” que hay un uso ilegal turístico deberían defender mejor los derechos de los propietarios, para que no se multipliquen los casos de denuncias temerarias, guiadas por impresiones que escondan fines vengativos entre vecinos, y habría que prever también sanciones para denuncias temerarias, tanto para los denunciantes como para el Ayuntamiento, por las múltiples molestias que pueden ocasionar las inspecciones”.
