El etiquetado en catalán fracasa. La Agencia de Consumo lo ve contraproducente y descarta la iniciativa aprobada en el Parlament en 2010
Las empresas adscritas a la Agencia Catalana de Consumo no han introducido la lengua autonómica en sus etiquetados pese a la existencia de una ley que les obliga a ello. Las compañías pretenden ampliar los plazos en la imposición de esta nueva norma, que consideran contraproducente.
Según ha sabido El Confidencial Autonómico, los representantes empresariales que acudieron a las jornadas sobre ‘Consumo y lengua’ conocieron, en primera persona, la opinión de la Agencia Catalana de Consumo sobre la ley aprobada en verano de 2010: “No se etiquetará en catalán hasta que no se conozca la resolución del Tribunal Constitucional sobre los recursos que se interpusieron a la norma”.
Efectivamente, el TC recibió, en noviembre del año pasado, dos recursos procedentes del Defensor del Pueblo y del PP, que consideraban la medida anticonstitucional por ir en contra de las libertades de decisión de los empresarios, a los que se obligaba a poner etiquetas en catalán a sus productos.
La duda sobre la legalidad de la iniciativa impulsada por el Parlament, y los plazos que la ley establece para que las empresas adapten los etiquetados, han sido decisivos a la hora de que el proyecto no llegue a concretarse.
Desde su aprobación, en agosto de 2010, las grandes empresas tenían medio año de margen para adpatar su etiquetado a los cambios, mientras que el plazo de las grandes empresas se ampliaba hasta el año.
El texto marcaba que, a partir de la finalización del plazo (enero 2011 para grandes y julio 2011 para pequeñas y medianas) todos los nuevos productos de fábrica ya deberían estar adaptados y etiquetados en catalán, pero no ha sido así.
